El efecto Trump en la economía

AFP - EL NUEVO DÍA
Las políticas proteccionistas anunciadas por el nuevo Presidente de EE.UU. determinarán el rumbo de la economía. Mientras se concretan, reinará la incertidumbre.

El viernes 20 de enero inició la era Trump en EE. UU. Como nunca antes, la posesión presidencial en el país más poderoso del mundo levantó polémica y creó un ambiente de incertidumbre en torno a las políticas que adoptará el nuevo inquilino de la Casa Blanca.

La llegada del nuevo gobierno afecta las perspectivas no sólo de lo que ocurrirá en ese país en materia económica, sino también en todo el mundo, incluyendo a Colombia, un aliado con el que tiene fuertes vínculos políticos y comerciales.

El efecto mundial

Recientemente, el Banco Mundial pronosticó una ligera aceleración de la economía global, hasta un crecimiento del 2,7% en 2017, gracias al repunte de grandes mercados emergentes como Brasil o Rusia, que vuelven a tener un crecimiento positivo, y al mayor estímulo fiscal esperado en economías avanzadas como EE. UU., tal como lo ha anunciado el nuevo Presidente de ese país.

La entidad, en el reporte semestral ‘Perspectivas Económicas Globales’, asegura que en los anuncios del mandatario estadounidense se señala que quiere estimular la economía con proyectos de infraestructura, lo que podría conducir a un crecimiento más rápido en EE.UU. y, con ello, en el mundo. Sin embargo, sus acciones proteccionistas son un obstáculo.

Para el investigador Federico Steinberg, las acciones de Trump estarán enfocadas en revitalizar la industria y el empleo, que, según su diagnóstico, han sido afectados por la injusta competencia internacional (sobre todo china y mexicana), y apuntan a que apenas dedicará recursos a trazar alianzas internacionales y entrará en el juego de la rivalidad geoeconómica con sus competidores, lo que seguramente llevará a EE.UU. a desentenderse, cada vez más, de una efectiva gobernanza de la globalización económica.

Andrés Langebaek Rueda, director ejecutivo de Estudios Económicos de Grupo Bolívar, cree que en materia de política medioambiental, en particular en la exploración y extracción de petróleo, el presidente Trump intentará remover regulaciones ambientales para esa industria, lo que podría reducir los costos de producción en ese país. “Esta reducción haría más rentable la producción, con lo que podríamos ver un repunte de la producción estadounidense, lo que no contribuiría a una mejor dinámica de los precios del crudo”.

La calificadora Moody’s ha informado que puede haber efectos negativos, especialmente en los sectores de automóviles, petróleo y tecnología, que están muy integrados en las cadenas de suministro globales. Sin embargo, también reconoce que será positivo para industrias que han encarado una severa competencia de importaciones, como el acero y las manufactureras.

El efecto en Colombia

A corto plazo, el primer impacto en Colombia es sobre el precio del dólar. Juan Pablo Espinosa, gerente de Investigaciones Económicas de Bancolombia, señala que la economía colombiana podría verse afectada de tres modos: una reacción negativa de las cotizaciones de los activos financieros y el peso, un menor volumen de comercio bilateral y una caída en el flujo de remesas. “Por un choque al alza en las tasas de los tesoros americanos, en un lapso de un año y medio podría ampliarse la prima de riesgo país en cerca de 130 pbs y las rentabilidades de la parte larga de la curva de TES aumentarían en 160 pbs. Igualmente, la tasa de cambio se depreciaría un 9% y los flujos de inversión de portafolio podrían caer un 16%. Así mismo, una menor apertura de la economía estadounidense generaría un efecto neto negativo en el comercio bilateral entre Colombia y EE. UU. Las exportaciones a este país podrían reducirse en cerca de 10% y las importaciones en 6%. Y una eventual reducción en el número de inmigrantes colombianos podría propiciar una caída de casi 7% en el flujo de remesas hacia Colombia”, explicó.

Por su parte, para Analdex, el temor frente al nuevo Presidente estadounidense está por el lado de las inversiones, “porque al amparo del acuerdo comercial, el mensaje para los empresarios norteamericanos es ‘vengan, produzcan aquí, que les sale más barato -entre otras cosas, por la menor remuneración de la mano de obra- y luego exporten a EE. UU.’”, anota Javier Díaz Molina, presidente de la agremiación. Díaz agrega que no ve una fuga masiva de capitales de Colombia, pero sí un freno a la llegada de recursos frescos de inversión.

El efecto regional

Los latinoamericanos no han ocultado su preocupación por lo que sucederá con la llegada de la era Trump al poder.

El presidente del Banco Interamericano de Desarrollo, Luis Alberto Moreno, advirtió de que la perspectiva de un dólar fuerte para 2017, intereses al alza y amenazas proteccionistas no son “un buen augurio” para las economías emergentes. Para México y el Caribe, explicó, el comercio con EE.UU. es fundamental, aunque para el resto de la región, la situación sería menos grave, dada las vinculaciones que tiene con China.

Moreno dijo, a su vez, que una política más expansiva en EE. UU., con un dólar más fuerte, no es buena noticia para Latinoamérica, aunque se produciría un alza en el precio de las materias primas, lo que beneficiaría a muchos países latinoamericanos exportadores.

México sería el más perjudicado. Y como consecuencia de la incertidumbre de la política comercial de EE. UU., sería el tercer país de la región que menos crecería en 2017, de acuerdo con lo pronosticado por BBVA Research.

En consenso, varios analistas internacionales sostienen que la preocupación también radica en aspectos como la amenaza Trump de retirar a los Estados Unidos del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP, por sus siglas en inglés), firmado por 12 países, incluidos México, Perú y Chile.

En declaraciones a diferentes medios de comunicación, el economista José Antonio Ocampo señaló que la crisis económica de Latinoamérica es relativamente suave, pero se puede agudizar en caso de que los países no adopten ambiciosas estrategias de desarrollo productivo orientadas, sobre todo, a diversificar su canasta exportadora. “Esto, teniendo en cuenta las amenazas de proteccionismo comercial de Trump y si la política macroeconómica de EE.UU. termina por elevar el costo y reducir el acceso al financiamiento externo de la región”, concluyó.

Credito
COLPRENSA

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