¡Dime con quién te acuestas, pero también dime cómo!

TOMADA DE INTERNET - EL NUEVO DÍA
La sexualidad como aspecto fundamental del ser humano debe ser guiada por valores, principios, inteligencia, mentalidad libre y enriquecedoras prácticas.

Aspectos como el afecto, el placer, la apreciación, el sentido del humor y la comunicación bien gestionada cumplen un papel importante para la vida sexual y las relaciones saludables. La expresión: “Dime con quién te acuestas pero también dime cómo” se refiere a que importa tanto la persona con la que uno se va a la cama, como la forma y el "talento" con el que el esa persona se comporta, pues esto determina en gran parte el desarrollo de una vida sexual grata.

Buen sexo habla de calidad

Cuando menciono la frase “buen sexo” no solamente me limito a recrear o imitar posturas sexuales, ni a los rituales usados para lograr adecuadas encamadas. Dicen varios estudios que el sexo sin calidad no nos acerca a la felicidad. El sexo no se mide en cuántas veces a la semana nos acostamos con la pareja, sino cuántas de esas veces nos sentimos satisfechos y muy a gusto. El buen sexo requiere caricias, besos, abrazos, se refiere al aspecto excelso de un encuentro y la emoción que produce, que a su vez, repercutirá en amplios y duraderos efectos.

El placer cultivado

Cultivar es la práctica de sembrar y realizar las labores necesarias para obtener buenos frutos. En el caso de la sexualidad se refiere a cultivar cuidadosamente aspectos amatorios, a partir de las buenas experiencias sexuales y sus diversas formas. Tiene como propósito fijar en nuestros comportamientos sexuales esos que posean algo característico de plenitud y gracia, es decir, que nos diferencien de los demás. Demanda también comprender y reconocer todas las actitudes que limitan, impiden, obstaculizan y deterioran la visión del sexo para que sean eliminados del menú personal. No podemos dar de lo que no tenemos, el placer depende de nosotros mismos, de nuestro cultivo, el conocimiento de nuestro cuerpo, nuestras acciones, pensamientos y sentimientos.

Mentalidad refinada

Una mente estrecha cocina en exceso ideas castradoras de placer y las adoba en el pecado, lo perverso o lo prohibido. Nada refina más nuestros pensamientos en torno a lo sexual que las eróticas o el erotismo. Introducir nuevos códigos desminados de mitos, tabúes, prejuicios e innovar, hacen que el imaginario florezca y que la intimidad se torne mucho más cómplice y divertida.

No solo con quién, sino cómo se comporta ese quien.Siempre hay indicios en las personas sobre cómo será su forma de interaccionar sexualmente, de ahí podemos hacernos la idea de cuál será el resultado bajo las sábanas.

*Está sano de cuerpo y mente, esto es indispensable para gozar de una sexualidad libre y satisfactoria.

*Mantiene un cerebro sano. Un cerebro sano nos hace sexys, por lo tanto, si esta persona tiene buenos hábitos, habrá más posibilidades de tener buen sexo: evita sustancias tóxicas, duerme lo suficiente, gestiona el estrés, se alimenta bien, controla pensamientos negativos. 

*Acepta disfrutar la sexualidad, tiene como hábito hablar de sexo y de salud sexual y la reconoce como una experiencia auténtica de bienestar físico, psicológico, emocional, social o cultural.

*Comprende que la sexualidad es parte de la vida e implica más que un solo comportamiento sexual, va más allá de la genitalidad.

*Recurre al imaginario, la fantasía, el juego, el humor para humanizar el sexo.

*Defiende y hace uso de los derechos y los deberes sexuales en toda su extensión.

Frase

“El buen sexo no es la felicidad (se le parece mucho) pero sí es un pilar importante de bienestar y salud mental y física. Así que, dime con quién te acuestas, pero también dime cómo y te diré qué tan satisfecho (a) estás”. Norma Bejarano,Sexóloga.                    

Credito
EL NUEVO DÍA

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