Ahora, a proteger las fábricas de agua

Ahora que entra el verano y que venimos de una trágica experiencia con la ola invernal, no se nos puede olvidar que gran parte de sus causas provienen de un mal manejo de las cuencas hidrográficas por el uso indiscriminado de terrenos no aptos para asentamientos humanos y actividades productivas, por la destrucción y contaminación de las rondas.

Hay que empezar nuevamente a recordar que por el afán productivo se desechan con la seguridad de que cada quien puede aportar su granito de arena, además que su puesta en marcha le representa dinero. Una de estas prácticas es el establecimiento de bebederos alejados de las fuentes de agua.

 

Con esta acción, se promueve la protección de las fuentes y cuerpos de este recurso, e igualmente se respeta las áreas de protección alrededor de las mismas, también llamadas rondas o vegetación ribereña, y se disminuye la contaminación. Las fábricas y depósitos de agua están en las fincas ganaderas en manantiales, nacimientos, quebradas, ríos, ciénagas, madreviejas de ríos, lagunas, esteros, pozos y embalses.

 

Su protección es un deber fundamental de todo ganadero responsable y más en épocas de sequía. La recomendación más importante es evitar el acceso del ganado a los bosques y cursos de agua, nacimientos y microcuencas, mediante encierro con cercas, en lo posible vivas, y la dotación de bebederos retirados de estos lugares.

 

Alejar el ganado de las fuentes de agua y establecer bebederos en lugares adecuados y de fácil acceso para los animales, contribuye a la conservación de la cantidad y calidad de las fuentes, evitando la degradación de las áreas frágiles de las fincas.

 

Además, se debe promover la revegetalización de orillas de microcuencas, nacimientos, quebradas y ríos, reduciendo focos móviles de contaminación biológica y química sobre el recurso hídrico y mejorando la capacidad de almacenamiento y regulación hídrica en las cuencas.

 

Ganado y agua

 

El ganado necesita siempre el agua para el mantenimiento de los fluidos corporales y para tener un balance iónico adecuado.  Es vehículo de la digestión, absorción, metabolismo y transporte de nutrientes hacia y desde los tejidos. Participa en la eliminación por heces y evita el exceso de calor producido por el organismo. Interviene en la regulación de la sudoración, la evaporación de la superficie corporal y la respiración.

 

El ganado en su composición corporal tiene de 55 a 65 por ciento de agua y sus requerimientos dependen de variables como la actividad del animal, si está estabulado o en pastoreo, la temperatura ambiental, la humedad relativa, la frecuencia respiratoria, el estado fisiológico, la composición de la dieta, el consumo de ­materia seca y el nivel de producción.

 

La leche contiene 87 por ciento de agua; sin agua, no hay leche. Piénsese no más que para producir un litro de leche se requieren de 2.5 a cinco lts de agua según la región; además, por cada kilómetro que los animales de ordeño caminen en busca de agua para abrevar se deja de producir un litro de leche cada día, por lo tanto, la restricción de agua reduce la rentabilidad ganadera.

 

Cantidad de agua que necesita un hato

 

• Con base en el consumo de agua diario para bovinos­ que se presenta en la tabla, calcule el consumo de agua de acuerdo con el inventario ganadero según tamaño y sistema productivo (leche, doble propósito, cría o ceba).

 

• Tenga en cuenta la demanda de agua según la climatología regional, procurando reservas para la época de baja precipitación.

 

•  Afore las fuentes propias o externas de agua para abastecer la demanda tanto de personas como de ­animales y cultivos.

 

•  Diseñe e implemente redes de conducción de agua hasta las zonas de pastoreo.

 

•  Construya o instale bebederos fijos o móviles según los grupos de ganado y las rotaciones, los cuales deben estar ubicados estratégicamente para que el ani­mal no realice desplazamientos prolongados que disminuyen la productividad por el ejercicio, e incrementan el pisoteo del potrero.

 

•  Establezca franjas de protección a lado y lado de las quebradas y prohíba cualquier actividad agropecuaria, el uso de agroquímicos y el acceso al ganado.

 

•  Ayude a la restauración del bosque en el área ribereña de una manera más rápida, eliminando el pasto que invade el cauce.

 

•  Siembre especies de árboles de crecimiento rápido que brinden sombra al cauce, aporten elementos para la formación de nuevos hábitats dentro de las quebradas y, en términos más amplios, acelere la restauración del bosque ribereño.

 

•  Enriquezca estos corredores ribereños con especies arbóreas y arbustivas nativas que protejan sus orillas,­ incrementen la sombra y provean material vegetal estable que conserve la diversidad de hábitats en las quebradas.

 

•  Monitoree los bebederos y la red de abastecimiento­ para garantizar la calidad (frescura) y cantidad de agua dependiendo del estado fisiológico del ganado.

 

•  Finalmente, tenga en cuenta lo dispuesto en materia­ de legislación para la región donde se ubica la empresa ganadera, sobre los cuerpos, fuentes y rondas de agua.

Credito
EL NUEVO DÍA

Comentarios