“Chupadoras y picadoras” del bolsillo

La infestación de moscas produce pérdidas económicas que no se valoran a la hora de sacar cuentas en el negocio ganadero, pues son generadoras de graves enfermedades en los animales.

Existen dos tipos de moscas que afectan el buen desempeño de una ganadería: las chupadoras y las picadoras.

Las chupadoras buscan su alimento en sitios específicos del bovino como la boca, nariz y pezones.


Entre este tipo de insectos está la que se conoce como la mosca doméstica, que puede tener hasta 10 generaciones por año. Su ciclo de vida se completa entre 12 o 14 días en verano. No causa mayor problema a los animales y operarios diferente a la molestia.


Las moscas “picadoras”
Son, por el contrario, las que más problemas causan al ganado. Dentro de este grupo las más conocidas son “la brava de establos” y “la mosca de los cuernos o paletas”.

La brava de los establos tienen un ciclo de vida de entre tres y cinco semanas; las moscas adultas pueden volar distancias de hasta 40 kilómetros; las hembras pueden poner hasta 600 huevos siendo transmisoras entre otras enfermedades, de la Diar­rea Viral Bovina, y a los cabal­los de la Anemia equina.


La de los cuernos es de más difícil control, por permanecer en los potreros con el bovino, ubicándose en cuernos, lomos, hombros y vientre. Puede extraer sangre unas 20 veces al día, permaneciendo siempre sobre el mismo animal, solo retirándose a poner huevos.


Producen unos 400 huevos en su ciclo de vida, que dura de siete a 14 días, teniendo unas seis o siete generaciones en el año.


Problemas
* Cuando hay ataques permanentes de moscas, el bovino está en constante movimiento buscando defenderse de ellas, lo que produce perdida grande de energía.

* La producción lechera puede bajar hasta en un 60 por ciento.


* Las infestaciones de unas 50 moscas por ternero disminuye el incremento de peso hasta en un kilo diario.


* Se calcula una pérdida posible de hasta 10 kilos de peso por animal al año y uno kilo de leche por vaca día.


* Las moscas de los cuernos son transmisoras de enfermedades como Diarrea viral bovina, Brucelosis, Anaplasma y Salmonella, entre otras.

    
Los controles
Para un buen control de este problema se tienen varias opciones, entre otras el ambiental, el uso de químicos y controles orgánicos.

Dentro de los controles ambientales está el buen manejo de materias orgánicas. Se recomienda no acumular materias orgánicas en descomposición, hacer un manejo adecuado de compostaje, cambiar las camas de los establos y hacer un buen manejo de basuras, es el mejor control.


Carlos David Arciniegas Villegas, MVZ, profesional de Fedegán - UDGR Bolívar, comenta, a manera de enseñanza, que en alguna oportunidad tuvo que asistir a una ganadería cuyos animales presentaban problemas de pezuñas (cojera), los terneros diarreas y problemas respiratorios, además hemoparásitos como la ranilla, producida por la picadura de moscas y garrapatas.


El origen de estos problemas estaba en una práctica que el ganadero hacía con un buen propósito: fertilizar las praderas, pero bajo condiciones no técnicas, al destinar una parte de un potrero a acumular estiércol, para, tras unos días, esparcirlo.


El problema radicó en los lixiviados y en la lluvia que vino con el invierno, que hizo que esos líquidos llegaran a los potreros donde estaban los animales, contaminando las aguas y produciendo tales problemas. Para la elaboración de compostaje, los técnicos de Fedegán proveen a los ganaderos la asistencia necesaria, concluye Arciniegas.


Dentro de los controles químicos se deben tener en cuenta los siguientes parámetros: hacer uso de productos específicos para este control, ejecutar muy bien las mezclas de los productos a utilizar, y hacer una aplicación adecuada del producto para cada animal tratado.


Estos controles pueden ser de aplicación cutánea, que después de aplicados en la piel del lomo, se absorben y pasan a la sangre; otros se aplican por aspersión (bomba o mochila aspersora) o por inmersión (baño garrapaticida). Algunos se aplican con “rascaderos” o “bolsas” colocados en lugares estratégicos como puertas de acceso a bebederos o saladeros, de tal suerte que los animales tienen contacto con el producto cuantas veces beban agua o consuman sal. También está el uso de aretes impregnados con insecticida, siendo ésta una forma práctica de controlarlas.


Existe el control mecánico, que se hace por medio de trampas atrapamoscas, ya sea con recipientes con atrayentes o con uso de pegantes.


Finalmente es importante mencionar la existencia del Tábano, que es otro insecto que produce grandes daños en el ganado y últimamente se está observando una alta incidencia de Tripanosomiasis, siendo este su principal transmisor.


Un método
Jorge Humberto García H. hace, en su finca, un control adicional, por medio de la sal mineralizada, con un contenido del 10 por ciento de azufre, obteniendo un buen resultado. En la zona que tiene el predio (Santander) es alta la incidencia de la mosca por el uso de pollinaza para fertilizar los potreros. El consumo de azufre en estos niveles incrementa la producción de Tiamina (vitamina B1), que con el paso del tiempo produce un efecto repelente.

También se aplica el control biológico,­ con el uso de la avispa Spalangia ­Cameroni, que se encarga de hacer un control desde el momento de la postura de huevos de las moscas, disminu­yendo, así, a futuro la población.

Es importante resaltar que este tipo de control se ejecuta directamente al 80 por ciento de la población, que es la no visible, conformada por pupas, larvas y huevos.

Credito
EL NUEVO DÍA

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