Esta frase de uno de los históricos del ELN, Gerardo Antonio Bermúdez Sánchez, alias ‘Francisco Galán’, recoge el sentimiento nacional que se vive por cuenta de los avances en el proceso de paz con las guerrillas.

Según el presidente Juan Manuel Santos, el proceso con las Farc en La Habana (Cuba) “entró en su fase final”, por tanto es necesario “hacer una sola paz” con todas las guerrillas.

Aunque por ahora se trata de un proceso incipiente que está en su fase exploratoria, para el analista León Valencia “ya se puede hablar de un proceso de paz”, pese a que formalmente aún no ha sido instalada la mesa de negociación.

‘Galán’ tiene su propia lectura: “La guerrilla ya no resiste la presión militar ni resiste pasar a la historia con un papel político desarrollado en el levantamiento de las armas”. Por eso, el exlíder ‘eleno’ dice que este es “un momento definitivo para la paz” (ver entrevista).

A ello se suma el exasesor de paz de Antioquia Jaime Fajardo Landaeta, quien agrega otras razones que impulsan al ELN a iniciar un proceso de negociación. El experto dice que la comunidad internacional “está sintonizada con la paz de Colombia” a través del proceso con las Farc.

A ello, agrega Fajardo, se suma que desde hace años “se rompió el equilibrio militar en favor de la Fuerza Pública”, y además que “las guerrillas ya perdieron toda credibilidad frente a la sociedad colombiana”.

Y en el plano netamente político, la ascendencia del ELN en la sociedad ya no es la mejor. “Hace algunos meses, esa guerrilla mandó a varios de sus cuadros a hacer trabajo político en las regiones, pensando justamente en el proceso que hoy comienza”, sostiene el exconsejero de Seguridad Nacional Carlos Eduardo Jaramillo.

El declive militar

Según el Ministerio de Defensa, el ELN lleva un buen tiempo de poca actividad militar, aunque sí ha cometido algunos hechos terroristas contra la infraestructura energética y petrolera. También ha cometido varios ataques contra la Fuerza Pública y ha asesinado a más de una docena de uniformados.

El ELN tiene mil 495 hombres/arma, está dividido en seis frentes, siendo el más activo el ‘Domingo Laín’, que hace presencia en Arauca y se constituye en su sustento financiero. Sus fuentes de ingreso provienen del contrabando de gasolina, el narcotráfico y el secuestro.

Tiene, además, 27 compañías, mil 281 redes de apoyo y hace presencia en cerca de 49 municipios, principalmente en la zona del Catatumbo, Norte de Santander, Sur de Bolívar, el triángulo A, B, C (Arauca, Boyacá y Casanare), así como en Cesar, Antioquia, Cauca, Nariño y Valle del Cauca.

Sin embargo, en los últimos años se ha debilitado militarmente, al punto de que la Fuerza Pública lo ha disminuido en cerca del 64 por ciento de su pie de fuerza.

De hecho, en lo corrido del gobierno de Juan Manuel Santos han sido abatidos 17 de sus cabecillas, y solo entre agosto de 2010 y diciembre de 2013 se desmovilizaron 724 de sus miembros, mil 99 fueron capturados y 136 fueron abatidos en combate.

No obstante, Fajardo Landaeta y Jaramillo coinciden en que esa guerrilla “todavía tiene fuerza desestabilizadora, capaz de generar sabotajes terroristas contra la infraestructura energética y petrolera”.

Y también tiene la misma opinión sobre la duración del proceso: dicen que “será un proceso muy corto” porque se necesita homologarlo en cuanto a tiempos con el de las Farc para que -como dice el presidente Santos- “se haga un solo proceso de refrendación”.

“ES UN MOMENTO DEFINITIVO PARA LA PAZ”: ‘Francisco Galán’

Así hablo uno de los desmovilizados del ELN, también uno de los nombres históricos de ese grupo guerrillero.

-¿Cómo ve el inicio de esta fase exploratoria con el ELN?

Estamos en un momento histórico que nos puede ayudar a la terminación del conflicto armado. Las guerrillas ya no resisten la presión militar y tampoco resisten en la historia un papel político desarrollado desde el levantamiento de las armas. Me parece que por la agenda que se está desarrollando en La Habana con las Farc, y por el comunicado que expidieron esta semana el Gobierno y el ELN, se está pensando con decisión en la finalización del conflicto armado.

-¿Qué le hace pensar que este no será otro intento fallido?

Creo que este es un momento definitivo para la paz. Para el ELN es muy importante que las Farc hayan avanzado tanto en un proceso que ya es irreversible. Ese hecho puede ser un buen indicativo para que el ELN asuma con absoluta certeza que va a ir hasta el final del conflicto armado.

-¿Todavía existen esas dos corrientes dentro del ELN: la militarista, que encarna ‘Antonio García’ y la política, en manos de ‘Pablo Beltrán’?

Hasta donde estuve en el ELN nunca hubo ese tipo de contradicciones. Lo que sí puede haber es estilos de dialogar, pero sobre una misma política. No sé qué habrá cambiado desde 2001, cuando dejé la organización. Pero cualquier mesa que se instale, con seguridad tendrá el pensamiento general del ELN.

-¿Militarmente cómo está hoy el ELN?

Desconozco esa situación, porque llevo casi 14 años por fuera de la organización.

Claro, por cierto no estará hoy en capacidad de transformar las estructuras políticas o económicas del régimen político, pero sí tiene capacidad de afectar seriamente la seguridad del país.

-¿Qué puntos deben incluirse en la agenda, además de la atención a las víctimas y la participación social?

Creo que el tema de los recursos naturales y el del medio ambiente serán clave, porque siempre ha planteado la nacionalización de los recursos naturales, particularmente el tema de la minería, justamente en las regiones donde el ELN hace presencia. Ese es un tema urgente para llegar a construir la paz.

-¿Qué debe diferenciar este proceso del de las Farc?

Creo que debería haber mayores canales de comunicación con los miembros del COCE (Comando Central), porque esta es una guerrilla menos verticalizada y va a necesitar más de hacer consultas de parte de los negociadores. Desde el principio debe construirse unos mecanismos de consulta reales, casi presentes.