¡Desespero tributario!

Los colombianos que ya empezaron a presentar sus declaraciones de renta han comenzado a sentir la reducción de los topes y beneficios tributarios para las personas naturales. Este golpe corresponde a la reforma tributaria de 2016.

Declarar renta siempre ha sido un proceso que les pone los pelos de punta a muchos colombianos por el papeleo y los elevados costos que implica. Sin embargo, este año ha resultado más gravoso y complicado para muchos contribuyentes por cuenta de las nuevas reglas de juego. En la medida en que han comenzado a declarar y pagar el impuesto a la renta, se han dado cuenta del verdadero impacto de la reforma tributaria de 2016 en sus bolsillos.

Los contribuyentes se han llevado varias sorpresas. “Si bien sabían que la nueva reforma les iba a impactar y probablemente tendrían que pagar más, muchos afirman que jamás se imaginaron que el aumento sería tan grande”, afirma Javier Sánchez Díaz, director de Impuestos de Old Mutual, quien ha visto casos en los que los aumentos son de dos, tres y hasta cuatro veces frente al impuesto de renta pagado el año anterior.

Los ejemplos son dicientes. Un trabajador asalariado o independiente que devengó 7 millones de pesos mensuales, es decir, 84 millones el año pasado, con el esquema tradicional pagaba alrededor de 105.000 pesos al fisco después de acceder al descuento por dependientes –estudio y manutención de sus hijos–, aportes a un fondo voluntario de pensiones o cuentas AFC en las que ahorra para comprar vivienda.

Con el impuesto mínimo alternativo nacional (Iman), creado por la reforma de 2012 y que estuvo vigente por cuatro años, esta persona pasó a pagar alrededor de 800.000 pesos; pero ahora, por cuenta de la reforma tributaria de 2016, pagará más de 2,1 millones de pesos. Esto significa 2,6 veces lo que pagó el año pasado y mucho más al compararlo con lo que tributaba hace 5 años.

Este ejemplo muestra que aquellas personas acostumbradas a realizar lo que los expertos denominan alta “planeación tributaria” sufrirán el mayor impacto. Esto es, quienes utilizaban intensivamente los beneficios tributarios para reducir la base gravable, como los aportes a fondos de pensiones voluntarias, cuentas de ahorro para el fomento de la construcción (AFC), pagos por intereses de vivienda, deducciones por dependientes (hijos, cónyuge) y pagos de medicina prepagada, entre otros.

En efecto, con la reforma tributaria de 2016 la suma de las rentas exentas y los beneficios tributarios a los que tienen derecho las personas naturales no puede superar el 40 por ciento del valor del ingreso. Para expertos tributaristas esos cambios podrían terminar por afectar el ahorro que hacen las personas en ese tipo de mecanismos y hasta la adquisición de vivienda.

El gobierno anterior pensaba que muchas personas –sobre todo de altos ingresos– abusaban de esos mecanismos. Por ejemplo, inventaban dependientes, trasladaban costos y gastos de sus negocios o intereses de vivienda, pues para la Dian era muy difícil fiscalizarlos en detalle. Por eso, en la reforma de 2016 decidieron reducir los beneficios.

Pero no es la única sorpresa para los contribuyentes. Así mismo, pagarán más por las cesantías, que ahora son un ingreso gravable desde que el empleador las gira al fondo; por el sistema cedular diseñado para declarar este año; y por el aumento de las tasas para los rentistas de capital y quienes obtienen ingresos por dividendos (ver recuadro).

Es claro que el Estado ha venido cerrando el espacio a las deducciones tributarias para las personas naturales. En el Marco Fiscal de Mediano Plazo presentado este año, se advierte que estas deducciones tuvieron un costo fiscal de 5,6 billones de pesos en 2016. Ahora la gran pregunta es si la reforma tributaria que prepara el nuevo gobierno seguirá reduciendo estas alternativas.

Cuando los colombianos no han terminado de asimilar el garrotazo de este año, ya se empieza a discutir una nueva reforma que buscará “un sistema tributario más acorde con el contexto internacional, en el cual la clase media, que ha tenido un crecimiento indiscutible en los últimos años, debe ser parte de la solución”, como dijo el ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, hace unos días.

Los expertos coinciden en que el verdadero problema en Colombia consiste en que solo tributan unos pocos, lo cual genera una gran paradoja: a pesar de las altas tasas que ahogan a las empresas y a las personas, el recaudo para la Nación es bajo. En el país solo alrededor de 2,6 millones de personas naturales declaran renta.

Por esto, se ha comenzado a hablar de que más gente tendrá que declarar y pagar renta el próximo año y que se requiere intensificar la lucha contra la evasión fiscal, con lo que el desespero tributario podría crecer aún más.

Credito
EL NUEVO DÍA

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