Mariquita, centro de entrenamiento aéreo

JORGE CUÉLLAR – EL NUEVO DÍA
San Sebastián de Mariquita es el territorio en que todos los días hombres y mujeres practican en las alturas, para dar fuertes golpes al delito del narcotráfico, en una de las operaciones más peligrosas de la Fuerza Pública.

En la tierra del Mangostino se encuentra la Escuela de Aviación Policial de Colombia, el lugar donde son capacitados todos los pilotos que prestan su servicio en la Policía Nacional, con especial énfasis en Antinarcóticos.

Allí a las 5:10 a.m., tanto hombres como mujeres se preparan para formar y realizar ejercicios de estiramiento, esperando la salida del sol que aproximadamente a las 5:40 de la mañana es el encargado de indicar el inicio de los siete kilómetros de trote.

Estas personas corresponden a los policías que cada año realizan la capacitación en aviación y que en cada semestre son integrados aproximadamente por 40 o 50 pilotos, por lo general entran alrededor de cinco mujeres en cada preparatoria.

La Policía se ha convertido en la fuerza estatal con más personal femenino, es así como la escuela de Aviación tiene dos mujeres dentro de su línea de mando: la subdirectora General de la Policía Nacional, la Mayor General, Luz Marina Bustos y la directora Nacional de Escuelas, Brigadier General, Mireya Cordon López.

Los oficiales sin importar su sexo son entrenados con grandes exigencias físicas y emocionales para realizar operaciones de alto riesgo, manteniendo un elevado nivel de estrés, con el fin de poder tomar una buena decisión en momentos de crisis, al igual que tener un autocontrol mental.

Ser piloto es una labor riesgosa y más en Colombia ya que según la ASN, Aviation Safety Net Database, este país está en el top cinco de las naciones con mas accidentes aéreos desde 1950, junto a Estados Unidos, Rusia, Brasil y Canadá.

A pesar de todo, la lucha contra los narcóticos requiere de pilotos, técnicos aeronáuticos, artilleros y personal capacitado, para operar desde el aire, manteniendo gran precisión y cálculo, ya que de no ser así su viaje puede terminar en una fatal tragedia.

Antes emprender vuelo los pilotos analizan exactamente la cantidad de gasolina que se tiene y cuánta se debe gastar, por ejemplo el helicóptero Bell UH-1H II (Huey II) traído de la Guerra de Vietnam, consume aproximadamente 92 galones por hora, es decir galón y medio en cada minuto de vuelo.

Actualmente la escuela cuenta con seis avionetas de tipo Cessna 152 y 172, dos helicópteros de tipo Huey II, y a los cuatro helicópteros Ranger Bell 206 se sumarán tres en los próximos días, bajo el convenio del ‘Plan Colombia’, para la guerra contra estupefacientes.

Cada aeronave tiene una cantidad de horas útiles las cuales se van descontando en cada vuelo, “por esta razón se requiere de un mantenimiento continuo. La Escuela de Aviación Policial es reconocida por mantener sus flotas aéreas en óptimas condiciones”, manifiesta el director de la escuela, Teniente Coronel, Samuel Darío Bernal Rojas.

Día a día se cumple con una jornada de nueve horas de vuelo, que se efectúan en la zona de entrenamiento, siendo parte de la formación la especialización Piloto Policial, la tecnología en Mantenimiento Aeronáutico y los Técnicos Laborales por Competencias en Abastecimiento y Mantenimiento.

La Policía nacional en convenio con el gobierno estadounidense construyó la escuela en 1990, la obra tuvo una duración de seis años. Y durante 1997 fueron preparados nueve oficiales representantes de Ecuador, Panamá, Perú, Bolivia, Chile y República Dominicana y al igual que dos oficiales del Ejército colombiano, conformando así el Primer curso internacional de pilotos.

Desde 1999 se inició la formación de pilotos pertenecientes a la Policía colombiana, actualmente ostentan la acreditación del Ministerio de Educación Nacional para la formación de sus estudiantes y capacitan aprendices de otras partes del mundo.

Credito
EL NUEVO DÍA

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