Se aleja la posibilidad de que el 23 de marzo se firme la paz con las Farc

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Aunque el Gobierno nacional insiste en que solo faltan dos puntos de la agenda establecida, cuando se mira en detalle, son más los aspectos que faltan por definir, incluso, sobre los puntos que ya fueron acordados.

Los días van corriendo y la fecha prometida para la firma del proceso de paz cada vez está más cerca.

Sin embargo, analistas creen que esa promesa tendrá que ser modificada, porque lo que queda en la lista de pendientes tomará tiempo.

El presidente Juan Manuel Santos ha insistido en que se hará lo posible para que se cumpla con el límite del 23 de marzo (miércoles de Semana Santa), pero la contundencia en su discurso ha ido disminuyendo. Incluso, ya ha dicho que puede cambiarse la fecha, si hay una decisión de las dos partes.

En los 14 días que quedan deberían resolverse: el mecanismo de refrendación de los acuerdos, que hasta hoy parece ser uno de los puntos más difíciles; todo lo correspondiente al cese bilateral y dejación de armas del grupo guerrillero, lo que incluye dónde estarán las zonas de concentración; la verificación de todo lo acordado y las salvedades que quedaron de los puntos ya superados.

Por eso empieza a correr la idea que ese día sí habrá una firma, pero de alguno de estos puntos.

Así, por ejemplo, lo considera Frédéric Massé, profesor de la Universidad Externado de Colombia y director del Centro de Investigaciones y Proyectos Especiales (Cipe): “Creo que hay un consenso para decir que no se va a firmar el acuerdo el 23 de marzo. Lo que de pronto se va a hacer es oficializar un cese al fuego bilateral, que ya existe de hecho o de facto, o de pronto el acuerdo sobre el punto seis de la agenda, aunque tampoco creo que tengan uno sobre la refrendación, porque es un tema bastante complicado”.

Lo único que podría ayudar a que se cumpla con la firma el 23 de marzo, sería que estas decisiones se tomarán más con sentido político –pese a lo difícil que ha sido lograr consensos— que a partir de ajustes técnicos, como fue el tema de la justicia transicional, pero el camino que falta por recorrer no parece presentar ese panorama.

Para el director del Centro de Pensamiento y Seguimiento al Diálogo de Paz de la Universidad Nacional, Alejo Vargas, es mucho lo que falta por discutir: “Tienen que definir el carácter de las zonas de localización de las Farc. Ellos han venido planteando el tema de los territorios de paz, en donde quieren quedarse para siempre, y eso se liga con las Zonas de Reserva Campesina, que no se ha terminado de discutir. Falta la verificación del conjunto de los acuerdos, pues hasta ahora se pusieron de acuerdo en la verificación del tema militar, pero se requiere una verificación de todo el conjunto de lo acordado”.

Para el coordinador del observatorio de la Fundación Paz y Reconciliación, Ariel Ávila, gracias a la subcomisión técnica del cese el fuego bilateral, encabezada por el mayor general Javier Flórez, el tema de la dejación de armas y cese el fuego está muy avanzado.

“Esos temas están avanzados en un 80 - 90 por ciento”, señala Ávila, pero advirtiendo que uno de los temas más difíciles es el de la refrendación. Mientras que Vargas afirma que aunque la subcomisión ha hecho un gran trabajo, este se traduce en propuestas, “que requieren decisión política en la mesa”.

La constituyente y la refrendación

El pasado 28 de febrero Iván Márquez trinó sobre la asamblea constituyente: “Nunca hemos pedido una constituyente para refrendar acuerdos (...) es para garantizar seguridad jurídica”.

Un comentario, que parecería indicar que el tema de la refrendación podría evacuarse más rápidamente.

Para el director Alejo Vargas, una de las formas en que esa posición pudiera traducirse en aceptar el plebiscito por parte de las Farc, sería, “que fuera un plebiscito para refrendar, y al mismo tiempo en ese plebiscito se convoque a una constituyente, esa podría ser una fórmula que mezcla las dos cosas”.

Claro está que persisten quienes advierten sobre los riesgos del plebiscito, como el profesor y columnista Pedro Medellín: “El Gobierno corre el riesgo de que en vez de ser un plebiscito para la paz, se convierta en un plebiscito sobre la continuidad del presidente Santos, en un escenario en el cual estamos ad portas de un racionamiento”.

Por su parte, el profesor Massé no se atreve a afirmar que se esté cerca de un consenso sobre el tema, pero sí indica qué es lo que pretendería el grupo guerrillero con la propuesta: “Lo que buscan las Farc a través de la constituyente son, por lo menos, dos puntos: primero blindar los acuerdos, porque efectivamente la constituyente les daría un carácter protector; y que, a través de ella legitimen el proceso con sus bases, para decirles que van a tener otra vez posibilidad de negociar cosas, y sobre todo, introducir temas que no estuvieron en la agenda”.

Los magistrados del tribunal de paz

Otro de los pendientes por solucionar entre las delegaciones de las Farc y el Gobierno, y que hacen más complicado cumplir con el 23 de marzo, es la elección de los magistrados que conformarán el tribunal de paz.

Este asunto, por lo menos para Ariel Ávila, podría resolverse pronto: “Está claro que tienen que ser magistrados de alta calidad; se va a crear una comisión que los va a elegir: tres nacionales y dos internacionales por cada sala. Ese es un punto no muy neurálgico”.

Para el profesor Massé, podría tocarse más adelante: “No creo que eso vaya a ser parte de la mesa. A mi modo de ver, puede ser definido después. Lo que acordaron es que negociarán los mecanismos, para después definir una comisión que elegiría a los magistrados, pero eso no tendría que ser dentro de los acuerdos de paz”.

Ante esa posibilidad, el profesor y columnista Medellín afirma que se podría dar en el marco del Congreso de la República: “A través de un acto legislativo puede definirse. Pero no estoy tan seguro de que las Farc estén con la disposición de entregar o de ceder ese tema a los congresistas”.

En eso coincide el director del Centro de Pensamiento, Alejo Vargas: “No es difícil si hay voluntad política, reiteramos la propuesta de que las universidades del país hagan una convocatoria para la elección de los magistrados”.

Las salvedades

Por último, aunque parece un tema ignorado y el Gobierno resalta constantemente que ya se han superado cuatro de los seis puntos de la agenda, existen las salvedades, que –no se sabe con certeza— serían más de 40.

“La pregunta –dice el profesor Massé— es si van a volver a negociar esas salvedades. Por el lado del Gobierno parece que no están muy animados y por parte de las Farc, a cada rato reiteran que las quieren volver a negociar. Unas tienen que ver con elementos técnicos y otras tienen que ver mucho más con decisión política”.

Mientras tanto, Vargas dice: “Algunas pueden quedar como constancias, porque no se van a poner de acuerdo, pero hay otras que tienen que finiquitar; por ejemplo, cuántas van a ser las circunscripciones especiales de paz, que son del acuerdo de participación política, y por cuánto tiempo estarán”.

De esta manera, las posibilidades de una firma del acuerdo final este mes se van desvaneciendo y, con el paso de las horas, se está a la espera de que el Gobierno diga, como lo dicen la mayoría de los analistas aquí consultados, que al proceso le pueden estar faltando uno o dos meses más.

Credito
COLPRENSA

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