Para algunos se trató de una alusión muy ligera y para otros fue el suficiente reconocimiento que ameritaba la ocasión. Pero todos están de acuerdo en que tanto lo dicho por el nuevo Mandatario como por el presidente del Congreso, Ernesto Macías, dan pistas sobre la influencia que el hoy senador Uribe Vélez tendría en el Ejecutivo que asumió ayer.

“Ambos discursos, que fueron muy diferentes, prueban que Iván Duque representa un sector minoritario dentro del Centro Democrático, que es más moderado, y que Macías hace parte del bloque mayoritario, que es bastante ortodoxo y radical”, opina el politólogo Fernando Giraldo.

Y añade que es probable que el tono de ambos haya sido pensado estratégicamente por el exmandatario y jefe del partido oficialista para que el segundo llamara la atención sobre los temas álgidos y el nuevo Jefe de Estado apareciera más prudente.

“En lo de Macías se reconoce más lo que pueda orientar Álvaro Uribe que lo de Iván Duque, quien todavía debe probar que se posesionará como un presidente autónomo y con criterio propio para poder lograr la suficiente fuerza para ser respetado no solo por el presidente del Congreso sino por los otros legisladores”, afirma Giraldo.

El anterior análisis confirma, para el experto, que el exmandatario no pasará desapercibido durante los cuatro años de la era Duque, pese a que ese parecería ser el deseo y el cálculo político del nuevo Jefe de Estado.

“Claro que la realidad es que no van a haber muchas oportunidades en las que se puedan encontrar y seguramente mantener una distancia física y el no tener una comunicación permanente le van a permitir a Duque gobernar con menos dependencia de lo que uno se podría imaginar, teniendo en cuenta que Uribe fue el que lo escogió como candidato dentro del CD y que lo acompañó por todo el país, sobre todo para la primera vuelta”, indica el politólogo.

A su vez, Bibiana Clavijo, experta en márketing político de la Universidad del Rosario, destaca que, más allá de lo que puedan pretender muchos colombianos, Álvaro Uribe va a seguir teniendo una presencia muy importante en los debates políticos que se den diariamente en el país.

“El expresidente va a seguir siendo una voz súper importante en la política colombiana hasta que tenga voz, esa es su naturaleza y su personalidad. Ahora, lo que hay que ver es hasta dónde va a intervenir en el escenario público frente a las decisiones de Duque”, pregunta.

Y responde que cree que habrá un margen de mucho respeto por parte del exmandatario “y quisiera pensar que el discurso de Macías no representa la línea de comunicación que va a tener la bancada del Centro Democrático”.

¿Distancia?

Correa, en coincidencia con Giraldo, sostiene que aunque con su discurso el Presidente del Congreso le dejó “bien clarito” a Duque quién es el jefe, el nuevo titular del Poder Ejecutivo “va a tratar de mantener, al menos desde una estrategia de comunicación, una distancia frente a Álvaro Uribe”.

Entonces evoca lo dicho hace algunos días por la nueva vicepresidenta, Marta Lucía Ramírez, (“Una cosa es el Centro Democrático, partido del presidente Duque, que valoramos, respetamos y que será fundamental para nosotros, pero otra es el Gobierno. Y es distinto el presidente Duque”) para evidenciar que hay un deseo de tener una voz propia más allá del CD y del jefe de esa colectividad.

Sin embargo, reconoce que Álvaro Uribe Vélez va a estar menguado en su accionar como senador por la investigación formal que la Corte Suprema de Justicia abrió en su contra por los delitos de soborno y fraude procesal.

“Lo va a menguar respecto a la presencia en los temas públicos, pero todo su tema judicial va a ser el día a día en la opinión pública, incluso invisibilizando muchos temas del nuevo Gobierno, porque la opinión pública está detrás de él, de lo que diga, de lo que no diga, de lo que pase, de lo que no pase”, explica la docente.

En el mismo sentido, Carlos Charry, sociólogo docente de la Universidad del Rosario, sostiene que el expresidente y Jefe del Centro Democrático es un personaje de “alto impacto político” en Colombia, por lo que será seguirá siendo referente en el escenario nacional, pese a los inconvenientes que pueda tener a nivel jurídico.

Coincide igualmente con el analista Giraldo en que el discurso “revanchista” de Macías daría a entender que Duque va a gobernar con retrovisor, lo que se esperaría de una línea más dura del uribismo, pero que las palabras del nuevo Jefe de Estado enviaron el mensaje de que podrá haber un mayor entendimiento con quienes piensan distinto.

“La influencia de Álvaro Uribe es clara, de forma que el hoy senador será determinante para establecer la manera como el nuevo Mandatario se va a relacionar no solo con el Presidente del Congreso sino también con la bancada de su propio partido”, anota el analista.

Para él, pese a los líos judiciales en los que está envuelto, el exmandatario deberá desempeñar un rol de visagra o puente entre el nuevo Ejecutivo y el Legislativo, dado que no se puede olvidar que se trata de un gobierno de coalición de la derecha, conformado por varios sectores además del Centro Democrático, como el Partido Conservador el Mira, Colombia Justa Libre y los liberales.

“Él ya fue presidente y sabe muy bien cómo se deben manejar esas relaciones”, anota el analista antes de precisar que no será fácil poner de acuerdo a las diversas colectividades ni a las distintas tendencias ideológicas que hay interior del propio partido de Gobierno.

En lo judicial

Para muchos analistas, la relación que Álvaro Uribe Vélez sostendrá con el nuevo Jefe de Estado estará mediada sin duda por las decisiones que pueda tomar la Corte Suprema de Justicia en el caso contra el expresidente, a quien está investigando por presunto fraude procesal y soborno.

En esa medida, será importante la terna que más adelante deberá conformar el presidente Iván Duque para elegir Fiscal General de la Nación, lo que permitirá que la Corte Suprema elija en un tiempo adecuado el reemplazo de Néstor Humberto Martínez.

Una preocupación que asalta a un sector del Centro Democrático es que Iván Duque ha expresado ideas más liberales de las que normalmente se profesan dentro del partido. El que la vicepresidenta Marta Lucía Ramírez haya expresado públicamente que no apoyará la propuesta de las senadoras Paloma Valencia y Paola Holguín para tumbar la JEP también ha causado gran inquietud en sectores del CD.