La cotización de los precios internacionales del petróleo en lo corrido del año ha generado muchas expectativas en el país, por los ingresos adicionales que se podrían recibir en medio de un déficit fiscal que tiene en aprietos al Gobierno nacional.

Este incremento se debe a varios factores como las situaciones geopolíticas y la oferta y demanda de crudo a nivel mundial, que han tenido una importante incidencia en ese comportamiento.

Los niveles actuales de cerca de 80 dólares por barril, de la referencia Brent para Colombia, no se registraban desde mediados de octubre de 2014, cuando la cotización empezó su caída en una crisis en la cual llegó a estar por debajo de los 30 dólares por barril.

El presidente de la Asociación Colombiana de Ingenieros de Petróleos (Acipet), Julio César Vera, indicó que para mantener este incremento depende de lo que pase en el escenario internacional, ya que las señales que se han dado en el mercado son por la posible intervención en Venezuela, las sanciones a Irán y el balance en la oferta y demanda a nivel mundial.

“El mercado está muy atento a interiorizar lo que va a suceder en cuanto a oferta versus demanda con la salida de Irán por las sanciones que le ha establecido y esto va a marcar un referente importante para determinar si la cotización del crudo seguirá subiendo o se estabilizará por el orden de los 80 dólares el barril”, explicó Vera.

Con esta misma postura coincidió Álvaro Younes, presidente de la Federación Colombiana de Distribuidores Minoristas de Combustibles y otros Energéticos (Fedispetrol), quien resaltó que aunque es muy difícil anteponerse a lo que va a pasar con los precios, sí hay ciertos factores que permiten evidenciar lo que está pasando en la actualidad.

“Si llegáramos a entrar en algún conflicto en medio oriente o en temas de este tipo en Latinoamérica, especialmente con Venezuela, este también puede tener un efecto para que los precios aumenten. Uno aspiraría a que esto no fuera así, pero es muy difícil prever qué va a pasar hacia futuro”, indicó Younes.

Por su parte, Sergio Cabrales, docente de la Maestría en Ingeniería de Petróleos de la Universidad de los Andes, explicó que en teoría se podría volver a ver precios del 2014, cuando estuvieron por encima de los 100 dólares el barril, pero señaló que la situación que estamos viendo es coyuntural y no estructural, y por eso se debe tener claro que estos precios no se van a mantener en el mediano plazo.

“Los precios dependen de la balanza de qué tanto es la oferta y la demanda, cuando tenemos sobreoferta los precios bajan y lo que hemos visto recientemente, por factores como Venezuela, las sanciones a Irán, la reducción de la oferta y el déficit, es lo que ha hecho que el barril llegue hasta los 82 dólares”, explicó Cabrales.

De acuerdo con el docente, Estados Unidos pasó a ser el mayor productor del mundo gracias al fracking, por lo que las coyunturas en Irán y la crisis de Venezuela son factores que han incidido en el comportamiento de precios en la actualidad.

En esa misma línea opinó Erick Behar Villegas, decano de la Facultad de Economía de la Universidad Central, quien señaló que hay muchas opiniones sobre este tema, pero lo que es claro es que tanto la referencia Brent y el WTI seguirán en aumento debido a las sanciones a Irán.

“Lo seguro es que el precio del petróleo va seguir teniendo un aumento, tanto en la referencia Brent como la WTI, y esto se explica por las sanciones que se esperan para Irán, en donde se cortarían más de 1 millón de barriles al día. También porque ha habido un tema de oferta, ya que esta no se puede adaptar inmediatamente porque hay una menor presencia en el mercado por lo que el precio tiende a subir”, indicó Behar.

Sin embargo, el presidente de Ecopetrol, Felipe Bayón, indicó que independientemente del nivel de precios internacionales, los cuales se caracterizan por su alta volatilidad, lo más importante es que “no podemos perder las eficiencias que hemos logrado tras el proceso de transformación de la compañía, el cual nos ha permitido enfrentar la profunda crisis de precios cuando la cotización del barril estuvo entre 26 y 27 dólares”.

Beneficios

Lo cierto es que estos niveles de precios han traído beneficios para el país en materia fiscal, ya que el marco de mediano plazo fue calculado con el barril a 65 dólares, por lo que el excedente generaría recursos adicionales para el país, que permitirían aliviar el déficit presupuestal del país, así como aumentar las regalías.

Las estimaciones de varios sectores aseguran que por cada dólar que aumente el barril del crudo, al país le representan alrededor de 400.000 millones de pesos adicionales en ingresos, los cuales llegan en un momento en el que el Gobierno nacional ha señalado que hay un déficit presupuestal para 2019 del orden de los 25 billones de pesos, el cual se logró ajustar a los 14 billones.

“Si el precio se mantiene más alto quiere decir que tendremos mayores ingresos, y más cuando se ha hablado de un déficit para financiar varios gastos del Estado. Esto evidentemente es un gran beneficio, pero el problema está en que estos recursos se utilicen bien y se gasten de forma inteligente y no en cosas innecesarias como ha venido haciendo Colombia últimamente”, explicó Behar.

El decano de Economía de la Universidad Externado, Julián Arévalo, señaló que esta situación tiene un efecto positivo en las finanzas del país, ya que podría suavizar el déficit fiscal, sin embargo, también generaría una presión inflacionaria a la que hay que ponerle atención.

“El ministerio de Hacienda ha estimado que por cada dólar adicional estaríamos hablando de 350.000 millones de pesos adicionales que ayudarían a sanear parte de las finanzas públicas, en las que sabemos que estamos en una situación muy difícil en este momento y que parte de estos recursos podrían destinarse a inversiones en las regiones a través de las regalías o en temas como la paz, donde hay unas necesidades. Sin embargo, tenemos un lado negativo y es que en caso de que los precios continúen al alza podríamos tener una presión inflacionaria que sería negativa para el desempeño de la economía del país”, explicó Arévalo.

En ese sentido, Cabrales resaltó que Colombia es un país “petróleo-dependiente”, ya que el PIB nunca superó más del 6% o 7%, pero reconoció que dado el escenario que se viene dando con estos recursos adicionales se tendría un alivio en materia fiscal, pues el “fisco depende de la industria petrolera”.

“Con un dólar que suba el precio nos significa cerca de 400.000 millones de pesos adicionales en un año, es decir que con 10 dólares por encima representaría 4 billones de pesos para tapar los huecos fiscales en Colombia y esto es importante”, explicó Cabrales.

Frente a este aspecto, el presidente de Ecopetrol destacó que tener un barril a un precio un poco más alto, permitirá que la compañía genere más recursos para pagar las inversiones y la reducción de la deuda mediante el prepago de algunas obligaciones financieras.

“Nosotros tenemos que ser eficientes independientemente del precio al que se esté operando. A eso es lo que tenemos que seguirle apuntando. En los primeros seis meses del año obtuvimos utilidades por 6,6 billones de pesos, lo cual es muy buena noticia. Tendremos que esperar a cerrar el año para calcular la utilidad total. Al final del año haremos el balance y será la asamblea de accionistas la que defina el nivel de utilidades que se repartirán a través de dividendos”, explicó Bayón.

No obstante, el presidente de Fedispetrol indicó que estos beneficios en la parte fiscal ayudan en una gran medida a Colombia y aseguró que, “inclusive, se podría solicitar al ministro de Hacienda que aguante la reforma tributaria uno año más, porque con este escenario habrían grandes ingresos”.

PRUDENCIA

Además de generar y despertar el interés del país por la recuperación del sector y por los ingresos adicionales que le representan, se ha venido hablando de recalcular el marco fiscal a partir de los precios actuales y de esa forma tener un panorama más claro de los recursos con los que contaría el Gobierno nacional.

Para los analistas, es importante tener mesura en este aspecto, porque no se pueden generar falsas expectativas ante una realidad de precios que no es sostenible en el tiempo por su constante volatilidad.

“Es muy adecuado seguir haciendo presupuestos con los niveles bajos de precios para que no tengamos la expectativa de una bonanza que en un determinado momento se pueda revertir. Es claro que hacer los cálculos con los 65 dólares, cuando el presupuesto del año 2019 está desfinanciado, genera una gran diferencia, pero por otro lado el aumento de precios ayudará a balancear ese déficit del presupuesto”, explicó Julio César Vera, presidente de Acipet.

Con esta misma postura coincidió Sergio Cabrales, de la Universidad de los Andes, quien destacó que el país debe tener cuidado con ese tipo de estimaciones, porque no podemos asumir, como hace unos años, que los precios van a estar por encima de los 100 dólares, ya que sería irresponsable.

“Creo que antes de montarnos en ser muy optimistas y tener un marco fiscal a 80 dólares, porque el cambio del precio no es algo estructural, deberíamos seguir teniendo buenas prácticas y tratar de minimizar el riesgo, ya que el precio del crudo es muy volátil”, indicó Cabrales.

El analista también resaltó que lo que debe hacer el país es garantizar que los compromisos se cumplan, “por eso el mensaje que debe quedar con esta situación es aprovechar esta bonanza para disminuir los riesgos a futuro, por ejemplo, con el tema de coberturas y las opciones de venta”.

Finalmente, el presidente de Ecopetrol aseguró que la compañía ha venido mejorando sus procesos de eficiencia para ser más competitiva frente a estos escenarios, ya que mientras en 2014 necesitaba un precio de alrededor de 65 dólares por barril para dar utilidades, hoy en día necesitamos 35 dólares.

“Para el próximo año no hemos terminado de definir el presupuesto. Estamos en ese proceso que se cerrará en los próximos dos meses. Pero tradicionalmente hemos sido conservadores en cuanto a la fijación del precio del barril y eso nos obliga a ser mucho más eficientes. Naturalmente si hay un incremento en el precio, pues será un beneficio adicional”, indicó Bayón.