El día de ayer se presentó un hurto a un estudiante del colegio San Simón, a mano armada y dentro de una buseta. El joven quedó conmocionado y entregó todas sus pertenencias.

Según relata la víctima, salió de clases y tomó la ruta 21 para dirigirse a casa, un sujeto se fue detrás, se subió a la misma buseta y se sentó junto él.

El joven quedó frío cuando sintió un arma de fuego en su cintura, quien estaba sentado al pie lo amenazaba con dispararle si no le entregaba todas sus pertenencias.

En un principio el estudiante se resistió, le dijo que no llevaba nada de valor. Pero más sorpresa se tuvo al escuchar del ladrón que sabía exactamente lo que cargaba en su bolso, que ya lo tenían fichado y otros compañeros también. 

Al parecer, el agresor es extranjero y se pudo ver que sus manos están tatuadas. 

Después del suceso, el atracador se tiró por la puerta de atrás, estando el vehículo en movimiento. En ese momento el adolescente grita y no es mucha la atención que recibe. Recrimina que el conductor intentó ayudarle, quien le respondió “y yo qué puedo hacer”.

Ahora, la familia del menor espera avance en la investigación del caso y dar por fin con el agresor.

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