Inició un nuevo año, en el que culminará el periodo del alcalde de la ‘Ciudad Musical’, Andrés Hurtado, y aunque pareciera que tiene 364 días para cumplir con el plan de Desarrollo que estableció para su gobierno con el que pretendía impactar el crecimiento de Ibagué en los diferentes ámbitos, al punto de querer “recuperar la confianza ciudadana en las acciones de su gobierno”, vienen meses ‘maratónicos’. 

Llega una nueva agenda electoral para designar alcalde, gobernador al igual que renovar las curules del Concejo municipal, donde se debe hacer empalme con la Administración entrante y hay indicios de que Hurtado tiene intereses políticos en esos comicios.

Además, está la ley de garantías, con la que algunos procesos se podrían ver limitados, por lo que se presume que le queda a este gobierno alrededor de seis meses técnicamente. 

Así pues, esta redacción les preguntó a cuatro concejales, ¿qué consideran que necesita Ibagué en lo que le queda al ‘hurtadismo’? de gobierno y la respuesta fue unánime, que cumpla con el Plan de Desarrollo Municipal, PDM, ‘Ibagué Vibra 2020 - 2023’.

Pues, se está a la expectativa con lo que pueda cumplir, ya que el Concejo para aprobar el presupuesto del año en curso conoció los avances de cada secretaría y con ello quedó en evidencia que después de tres años algunas tienen metas en 0 % de cumplimiento y el burgomaestre en varias oportunidades ha dado a entender en diversos medios de comunicación que tuvo “un periodo de gobierno que es prácticamente de dos años”.

El concejal Jaime Tocora cataloga el PDM como “endeble, gaseoso, que no va en clave de poder construir una dignidad más fuerte para la ciudadanía, porque no va en (vía) de superar las necesidades de la población, sino que en el papel es muy fácil de cumplir”, sobre todo cuando en ocasión a la pandemia se amplió la capacidad de endeudamiento de la ciudad para la reactivación económica, pero al parecer se invirtieron en otras cosas.

Rezagadas

Siendo el cumplimiento del Plan de Desarrollo, la hoja de ruta en que el Gobierno local debe centrar sus esfuerzos, según lo indicado por los concejales consultados, ven con preocupación los avances de varías metas del Ibal, el Sistema Estratégico, las secretaría de Infraestructura, Desarrollo Rural, Desarrollo Económico y la de Educación por cuenta de los colegios de Jornada Única. 

El mal estado de la malla vial, de las redes de alcantarillado, la red semafórica, las señalizaciones, al igual que la falta de un Sistema Estratégico Transporte Público, Setp encaminado al cuidado del medio ambiente y que incentive “una movilidad alterna”, son temas que aquejan a los ibaguereños constantemente. 

Sumado a lo anterior, la ausencia de planificación en el crecimiento de la ciudad, al igual que el avance ‘cansino’ del acueducto complementario, ha llevado a padecer a muchos ciudadanos por el desabastecimiento de agua, líquido fundamental.

Después, de los fallidos Juegos Nacionales, los cabildantes vieron como positiva la construcción de los escenarios deportivos, aunque son conscientes que el Tejódromo, las piscinas de la 42, el Coliseo Mayor deben culminar para cerrar el ciclo de ‘mala racha en infraestructura deportiva’.

Como también, dejar la dotación de la USI de Picaleña para que entre en funcionamiento y no se quede solo en infraestructura, además de la actualización del Plan de Gestión Integral de Residuos Sólidos Regional, Pegirs, finalizar el Capa y mejorar la percepción de seguridad.

Otras deudas con las comunidades

El concejal Eduard Toro, relató que esperaba un trabajo más fuerte por parte de la secretaría de Desarrollo Económico, siendo consciente la alta tasa de desempleo en Ibagué, pero “fue muy pasiva esa gestión (...) no vi esa reactivación económica que fuera adecuada con las demandas que tenemos”.

En esta misma medida, el cabildante Miguel Bermúdez, acotó que la ciudad necesita “que se materialice la política pública de desarrollo económico y que no quede convertida en letra muerta” al igual que la ley del vendedor informal (...)”.

¿Qué necesita Ibagué? que podamos tener unas campañas políticas sustentadas desde las propuestas y no desde el egoísmo, el odio, el señalamiento y la crítica, que es lo que se ha venido acostumbrando en las últimas décadas en la ciudad y por eso no avanzamos. Miguel Bermúdez 

El desarrollo de las zonas rurales de la Capital Musical, también se ve con preocupación y no es para menos, pues a la fecha es una de las carteras a las que no se le asigna un jefe después de la salida de Soledad Orozco. 

A parte del mal estado de la malla vial, el cabildante Eduard Toro, acotó que se hicieron grandes inversiones “que desafortunadamente por los malos administradores que ha tenido esta Secretaría no se cumplieron”.

Agregó, “por ejemplo, la compra de maquinaria amarilla donde el Concejo dio más de $7 mil millones, no se ha cumplido con el tema del gas a San Bernardo, a San Juan de la China, al Cañón del Combeima; es un proyecto ambicioso obviamente, no ha iniciado y necesitamos cumplirle a la zona rural”.

La aparente desarticulación entre las dependencias de esta Administración, “parece que fueran islas” es uno de los factores que al parecer no permiten el avance satisfactorio de varios proyectos. 

También se critica el cambio constante de los jefes de diferentes secretarías en lo corrido de tres años, pese a que Hurtado ha dicho que debe a su objetivo final de construir infraestructuras.

El concejal Tocora sostuvo, “lastimosamente los nombramientos que hace la Administración municipal a clave de pagar cuotas y favores políticos burocráticos y no en poder solventar y construir una estructura y una sinergía entre las diferentes dependencias de la Alcaldía”.

Creo que está Administración va a terminar más con pena que gloria, una Administración que le quedó mal a la ciudad, una Administración que no fue capaz de responder a los pequeños y más básicos problemas que tenía la ciudadanía, sino que se dedicó a atender favores políticos electorales, y no realmente a construir una Administración para superar las necesidades básicas de la Administración. Jaime Tocora

Varios cabildantes consideraron que los jefes de la cartera asignados se quedaron cortos en sus gestiones porque no hicieron convenios nacionales o internacionales que visibilizaran a la ciudad y con ello se tuvieran más proyectos de desarrollo, sino que se quedaron con los recursos asignador por el Concejo.