Una humilde trabajadora del campo y ama de casa fue vilmente asesinada en zona rural de Anzoátegui. Problemas personales relacionados con los linderos de unos predios, sería la hipótesis que cobra mayor fuerza en la investigación que adelantan las autoridades.

Disparos mortales

El jueves por la tarde, dos hombres desconocidos llegaron hasta la finca El Oriente, situada en la vereda San Antonio, de Anzoátegui. Con armas de fuego amedrentaron a Esperanza Null Lozano Oviedo y luego le dispararon en repetidas ocasiones hasta causarle la muerte. Una vez cometieron el asesinato, los victimarios escaparon.

Las autoridades recibieron una llamada donde informaban que en la vereda ubicada a hora y media de la Estación de Policía había un cuerpo sin vida. Cuando los uniformados llegaron a la escena del crimen, vieron que la mujer tenía varias lesiones.

Según las evidencias y los testimonios, hay antecedentes de problemas por predios en la zona donde residía Esperanza Null Lozano Oviedo. Posiblemente, esta sería la causa que llevó a que acabaran con la vida de la campesina.

Unidades de criminalística de la Policía del Tolima efectuaron el levantamiento del cadáver y la investigación fue asumida por la Fiscalía Local de Alvarado.

DATO: La víctima Esperanza Null Lozano Oviedo tenía 45 años, vivía en unión libre y era ama de casa. Era natural de Anzoátegui, donde residió toda la vida. Tenía dos hijos.

El Alcalde habló

Carlos Hugo Salinas, alcalde de Anzoátegui, lamentó el homicidio del que fue víctima Esperanza Null Lozano Oviedo. “La hipótesis que se maneja es que unas personas llegaron la noche anterior a su casa, la sacaron y le propinaron disparos que le causaron la muerte. La investigación está con la Sijín al igual que el Ejército, que está en la zona haciendo las investigaciones del caso, sólo pudimos hablar con un hermano de ella que nos contó lo sucedido”, dijo Salinas.

Asimismo, el Mandatario local manifestó que en los últimos días la inseguridad ha aumentado, en especial en las veredas. Uno de los hechos que sucedió fue en una finca cerca a Lisboa, donde sujetos encapuchados ingresaron y amarraron a los trabajadores para sustraer sus pertenencias como dinero, celulares y elementos de valor. Luego, hacia las 6:30 de la mañana, se fueron del lugar.

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