Pese a no ganar su segundo encuentro en Venadillo, la gente arribó al Coliseo a presenciar una vez más la emoción del Fútbol Sala, esta vez con un Leones de Nariño que no se dejó amansar por Tolima Syscafe. Lo que se se vivió en las tribunas fue un encuentro familiar, donde padres, hijos, novios e incluso abuelos, festejaron, sufrieron, fueron técnicos y vivieron la emoción de los goles.
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