Alrededor de 200 indígenas Embera Katio, oriundos del municipio de Pueblo Rico, Risaralda, llegaron a la ciudad de Cali entre 2013 y 2014 huyendo del conflicto armado. Estas 42 familias de las cuales 123 son niños, viven en condiciones precarias de pobreza y la salud en el sector El Calvario, un barrio que está habitado por familias desplazadas, drogadictos y recicladores.