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Una terrible experiencia vivió Laura Barajas, una mujer de 40 años originaria de Estados Unidos, después de consumir pescado crudo que adquirió en un mercado local.
Lo que comenzó como una compra rutinaria de alimentos para su familia se convirtió en una pesadilla que resultó en la amputación de sus cuatro extremidades y una factura médica abrumadora.
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La historia, para reflexionar
Laura Barajas, madre de familia, siempre había disfrutado de preparar alimentos para sus seres queridos. Sin embargo, tras ingerir el pescado crudo, su salud se deterioró rápidamente. Experimentó complicaciones graves que la llevaron a ser hospitalizada de urgencia.
Los médicos diagnosticaron a Laura con sepsis, una infección potencialmente mortal que se puede propagar rápidamente por todo el cuerpo. La situación empeoró cuando sus dedos comenzaron a ponerse negros debido a la falta de flujo sanguíneo, lo que resultó en daño renal total.
La causa subyacente de esta pesadilla fue la bacteria Vibrio vulnificus, conocida por ser extremadamente agresiva y potencialmente letal. Esta bacteria se encuentra comúnmente en ambientes acuáticos y puede contaminar los mariscos crudos o poco cocidos.
Amputación, la única salvación
Los médicos tomaron la decisión desgarradora de amputar los brazos y las piernas de Laura para salvar su vida. El proceso de recuperación será largo y desafiante, y la factura médica asciende a la asombrosa suma de 36,000 dólares, equivalente a más de 140 millones de pesos colombianos.
La comunidad y amigos de Laura han creado un fondo para ayudarla a enfrentar los costos médicos y apoyarla en su proceso de rehabilitación. La tragedia que ha experimentado Barajas ha llamado la atención sobre los peligros potenciales de consumir alimentos crudos o poco cocidos, especialmente mariscos, y ha generado conciencia sobre la necesidad de tener precaución al manipularlos.
Las autoridades de salud advierten sobre la importancia de evitar la contaminación cruzada y de cocinar adecuadamente los alimentos. Además, se recomienda a las personas que eviten entrar a piscinas o aguas naturales si tienen heridas abiertas en la piel, ya que esto puede aumentar el riesgo de infecciones por bacterias como Vibrio vulnificus.
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