Los escoltas de Laura habrían asesinado a Colmenares

COLPRENSA - EL NUEVO DÍA
El defensor de la familia Colmenares dice que una sola persona no puedo cometer el asesinato del estudiante de Los Andes. EL NUEVO DÍA retoma este especial de Kien y ke.com

El abogado Jaime Lombana, defensor de la familia del asesinado Luis Andrés Colmenares, cree que los escoltas de Laura Moreno mataron al estudiante universitario, aunque admite que habrá que probarlo.

Jaime Lombana: “Él presenta varias fracturas, entre otras una ruptura de paladar. A él lo tuvieron que haber cargado. Meter el cadáver a un carro, depositarlo en un caño, simular unos hechos… eso no lo hace un estudiante de filosofía. A él lo metió una gente que acompañó al autor en esos hechos, que nosotros sabemos quiénes fueron”.


¿Escoltas, por ejemplo?
JL: Por ahí es la cosa.

¿Se supone que se utilizó un vehículo para toda esa actividad?

JL: “Claro. Una camioneta y estamos detrás de ella. Aquí no hay nada fácil. Se robaron las cámaras de seguridad que filmaban el lugar cercano a los hechos y adulteraron la primera necropsia en Medicina Legal. Solamente cuando se exhuma el cadáver, un médico correcto, un médico objetivo, un médico profesional de todos los quilates, dice “aquí no hubo ningún accidente, a este niño lo mataron a punta de botellazos”. Siete fracturas ovaladas no se causan precisamente con una caída ni mucho menos. Le pegaron con un objeto corto punzante, en vida y después de muerto”.

“Se les fue la mano y lo mataron…”
JL: “Creo que aquí hay unas personas que mataron a Luis Andrés, iniciaron dándole una tunda infame, injusta, cobarde. Se les fue la mano y lo mataron. Simularon la escena y llevaron el cadáver al caño. A él le pegaron con el fondo de una botella y le fracturaron en siete partes distintas con ángulos distintos, es decir que tuvieron que existir varias acciones, no es un solo golpe. Si la señorita Laura Moreno hubiese hecho algo, con seguridad absoluta se hubiera impedido el homicidio. A ella se le atribuye un dejar de hacer, jurídicamente reprochable. Ha debido gritar, llamar a la policía, decirle “no le pegue”, si quien lo hacía –por ejemplo- era el exnovio. Cualquier actuación distinta al silencio hubiese impedido el homicidio.”

¿Le está viendo usted la cara al asesino?
JL: “Yo la tengo pintadita hace rato. Una y las otras, son varios. Ese muchacho no lo mató solo, ni cargó el cadáver solo. El cadáver lo ponen en el caño 10 horas después, cuando ya las livideces cadavéricas habían aparecido en la espalda. Yo no me canso de decir que en Medicina Legal hubo corrupción. Hay una mano negra muy rica, muy poderosa, que ha gastado plata en corromper y tergiversar la verdad”.

¿Quién miente?
JL: “La niña Moreno le mintió a la administración de justicia y está encubriendo al verdadero asesino. Yo quiero solicitarle al Procurador General que investigue. Este niñito (Colmenares) duró enterrado como suicida más de siete u ocho meses. La ley del silencio impera. La defensa de Laura Moreno pretende ponerle palos en la rueda al proceso, con argumentos débiles, elaborados al máximo. La única persona que sabe la verdad es la cliente de Granados (Laura)”.

Credito
TOMADO DE KIEN Y KE

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