Colombia ya tiene a su primera santa: La madre Laura

AFP
La beata María Laura de Jesús Montoya Upegui, conocida como Madre Laura, fue canonizada por el papa Francisco en la plaza de San Pedro y es la primera santa colombiana que llega a los altares de la Iglesia católica.

El anuncio oficial de la canonización de la Madre Laura junto a la mexicana María Guadalupe García Zavala, el italiano Antonio Primaldo y 800 mártires de la ciudad italiana de Otranto pasó casi inadvertido para los católicos porque ocurrió el pasado 11 de febrero, el mismo día en que el papa Benedicto XVI anunció su renuncia al papado.

Nacida en Jericó (noroeste del país) el 26 de mayo de 1874, la Madre Laura fue una misionera y fundadora de la Congregación de las Hermanas Misioneras de María Inmaculada y Santa Catalina de Siena. Murió en Medellín en 1949.

Su infancia, y muy probablemente toda su vida, estuvo marcada por un hecho tremendo: el asesinato de su padre cuando tenía dos años y la difícil situación económica en la que quedó su madre, que la obligó a dejarla en un hogar de huérfanos que era dirigido por su tía, una religiosa.

María vivió con distintos familiares hasta los 16 años, momento en el que se presentó a una beca del gobierno para poder estudiar como maestra y la obtuvo.

En 1893 se graduó como maestra en la Escuela Normal de Medellín y se dedicó a formar jóvenes en la fe cristiana.

Pero su verdadera vocación religiosa se despertó cuando tenía 39 años y decidió trasladarse a Dabeiba con otras seis catequistas para, con la aprobación del obispo local, trabajar con los indígenas Emberá Chamí. Desde entonces, dedicó su vida al apostolado y los indígenas concentraron buena parte de su atención.

El 14 de mayo de 1914 fundó la Congregación de Misioneras de María Auxiliadora y Santa Catalina de Siena, creando centros misioneros cerca de las comunidades indígenas.

Al parecer fue en 1899 que María Laura Montoya habría tenido como una iluminación sobre el asunto indígena, luego de haber sentido, dice una de sus biografías, como un flechazo en el alma, un fuerte dolor por las almas heridas de los indios.

Por su acción misionera, en 1939 fue condecorada con la Cruz de Boyacá por el entonces presidente de Colombia, Eduardo Santos.

Madre Laura escribió más de siete libros contando sus experiencias místicas, entre ellos una autobigrafía. Su congregación tiene hoy representaciones en 21 países.

Madre Laura fue beatificada por el papa Juan Pablo II en 2004 en una ceremonia en la plaza de San Pedro, gracias al primer milagro concedido por su intercesión a la señora Herminia González Trujillo en 1993.

Credito
AFP

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