El jefe de la delegación de paz del Gobierno nacional, Humberto De la Calle Lombana, aseguró al cierre del ciclo 35, que lamenta la muerte de los militares en el norte del Cauca, pero se mantiene en que el proceso de paz debe continuar.

“El camino construido de confianza y esperanza ha sido lastimado”, dijo Humberto de la Calle, el jefe de los negociadores de paz del Gobierno, en medio de la tensión que ha generado en Colombia el ataque perpetrado por los insurgentes el pasado miércoles.

En una dura declaración, De la Calle atribuyó a las Farc la “responsabilidad exclusiva” de esa acción, acusó a la guerrilla de haber incumplido con su palabra y con su tregua unilateral indefinida y señaló que la credibilidad del grupo rebelde ha quedado en entredicho.

No obstante, De la Calle abogó por la continuidad de las conversaciones con la guerrilla porque “poner fin a la guerra es más imperativo ahora que nunca”.

Pero el Gobierno exigirá “celeridad” en el proceso de paz. “La paciencia de los colombianos se agota (...) Mientras más dure el proceso, mayores son las posibilidades de que ocurran hechos que lo saquen de su curso o incluso le pongan fin”, dijo De la Calle.

También quiso dejar claro que el diálogo no es un fin sino un medio y que el Gobierno no está dispuesto a permanecer “indefinidamente” en la mesa de negociación “ni a pactar a cualquier costo”.

Habló la guerrilla

El jefe negociador de las Farc, ‘Iván Márquez’, aseguró ayer al final del ciclo que continuarán con su cese al fuego unilateral.

‘Márquez’ reconoció que los hechos ocurridos en Cauca son una tragedia. Según él, “lo fue, porque la guerra es una enorme tragedia y en nuestra patria esta lleva más de medio siglo y es por eso que nos encontramos en La Habana buscando la paz”.

Para él, “esto muestra la necesidad de un cese bilateral al fuego, porque no puede seguir cayendo el pueblo por la irresponsabilidad de un Estado”.

Las Farc insistió en que los hechos de Cauca se dieron como una acción defensiva.