El 5 de diciembre del año pasado, Juan Esteban Marín, un joven estudiante de negocios internacionales que se precia de ser un enamorado y furibundo hincha del fútbol, se reportó en las redes sociales desde China, el mismo país al que ya había ido con su novia, Juliana López, la hermosa modelo de 22 años que hoy experimenta tal vez el momento más adverso de su vida. Para el primer el viaje, Juliana le dijo a sus familiares que iría en busca de un buen negocio: comprar bolsos, gafas, carteras, entre otros souvenirs, para venderlos a mejor precio en Medellín.

Juliana y Juan Esteban se conocieron en la Universidad San Buenaventura, sede Bello. Desde hace más de dos años iniciaron una relación que hicieron pública, como cualquier pareja de enamorados. Allí, desde Twitter, Juan Esteban le dedicaba canciones a Juliana. Y ella, a su vez, le notificaba cada vez que le llegaba uno de sus presentes: “Carajoooo, llegó un regalo a esta hora!!! Gracias totales, Juan Esteban, porque a pesar de todo estás en este día tan especial (sic)”, dijo ella en el 2013.

Esta joven de facciones finas y cuerpo esbelto llevaba una vida plenamente establecida en la capital paisa: modelo, presentadora de un canal local, jugadora del equipo Divas del Fútbol, estudiante de contaduría y hasta reina del concurso Miss Mundo, Antioquia. También ganó el concurso Miss Pacífico que se llevó a cabo en septiembre del año pasado.

Nidia Zarrazola, tía de Juliana, le dijo a Semana.com que no le cabe en la cabeza que una muchacha así, con una carrera tan promisoria, se pusiera a llevar droga al exterior. Eso fue lo que Nidia se repitió una y otra vez la semana pasada cuando la Cancillería confirmó que su sobrina había sido capturada en el aeropuerto Internacional de Guangzhou Baiyun, de la provincia de Canton, en China. 

La captura cayó como una total sorpresa. En parte, porque Juliana nunca dijo viajaría a la China. La versión que dejó al partir era que se iba a Panamá. Pero el 18 de julio pasado Juliana dejó de reportarse por internet.

David Muñoz, tío de la joven, comenzó a liderar la búsqueda. Todo se imaginaron, menos que las noticias vendrían de la cónsul general de Colombia en Guangzhou, Juliana Victoria Ortega. La funcionaria les dijo que Juliana había sido apresada luego de que las autoridades de ese país le encontraran un portátil con cocaína adentro.

Pero Juliana no viajó sola. Lo hizo por segunda vez con su novio Juan Esteban, quien el 8 de junio pasado colgó en Facebook una foto en la que se ve de fondo un avión de la compañía Turkish Airlines, la aerolínea nacional de Turquía que vuela a 108 países del mundo. 

Juan Esteban fue capturado dos días después que Juliana. Y no en el aeropuerto. Es lo único que hay confirmado. La familia de este joven aún no sabe bajo qué cargos fue privado de la libertad y si le hallaron alguna sustancia prohibida.

Y mientras llegan las respuestas desde China, donde el tráfico de drogas se paga con la vida o con la cadena perpetua, quedan las preguntas: ¿Por qué Juliana no dijo que iba para China? ¿Sabía esta chica –y es lo que se pregunta Nidia– que en el computador que llevaba en su maleta había cocaína? De Juan Esteban apenas queda su último trino, un mensaje casi profético para las actuales circunstancias: “Si es esa tu voluntad, señor, aunque duela, es lo que tienes para mí, dame fuerzas para afrontar esta situación, cúidame mi angelito”.