El diseño estuvo a cargo de Cristian Hoyos Vera, diseñador industrial de la Universidad Nacional de Colombia, quien a través de la patineta pretende dar respuesta a los problemas de movilidad que afronta la capital del país.

 La propuesta se basa en el concepto japonés Kando, que significa sensitividad, término que encierra la gratificación a través de una experiencia. Cuenta con un motor eléctrico Hub-brushless, activado por una batería de litio polímero (LIPo4).

Al respecto, el profesor Pablo Abril, director Nacional de Extensión Universitaria de la U.N., quien asesoró a Cristian Hoyos en su iniciativa, destaca que Biga va más allá de la problemática de saturación vial en la ciudad de Bogotá, pues “además responde a la necesidad de resignificar las dinámicas de movilidad, dotando de sentido a la experiencia misma del movimiento”.

Precisamente, en Bogotá, en un carro viajan 1,3 personas promedio, y consumen la misma energía con la cual podrían desplazarse 18 personas. La relación de masa entre el automóvil y la persona es desproporcionada, si se tiene en cuenta que un adulto promedio pesa 70 kilos, y un automóvil, en promedio, 1.300 kilos.

Es decir, amplía el docente, la masa del carro es 18 veces superior, esto implica un indicador bastante negativo desde una perspectiva de eficiencia energética.

De esta manera, la propuesta del diseñador industrial encontró que un vehículo unipersonal eléctrico, por su poco volumen y mínimo impacto ambiental, y con una velocidad máxima de 35 km/hora, puede hacer uso de las ciclorutas y los bicicarriles.

La oportunidad de un vehículo de estas características es mayor, si se tienen en cuenta los proyectos del Distrito para que este año cierre con 165 kilómetros más de estas vías. Con esto, Bogotá se ratifica, según un estudio del Banco Interamericano de Desarrollo, BID, como la ciudad de América Latina con la mayor cantidad de vías para el tránsito de bicicletas, donde se hacen más de 600.000 viajes al día.

“Si la ciudad contara con vehículos unipersonales eléctricos de calidad, a precios razonables y con autonomía energética, posiblemente el número de personas que tomarían la decisión de dejar sus vehículos para viajes cortos (menores a 15 kilómetros) podría aumentar considerablemente”, afirma Pablo Abril.

Por eso, Biga se perfila como un medio de transporte idóneo, si se tiene en cuenta que el tiempo promedio de los viajes en bicicleta y taxi es de 25 minutos, carro particular, 36; transporte público tradicional, 56 minutos; TransMilenio, 47; y en moto, media hora.