Así se definió al estudiar un caso ocurrido en Socorro, Santander, donde la mujer que se encargaba de los servicios domésticos emprendió una relación amorosa con su patrón durante siete años. 

Luego de ocho años de litigio, la Corte Suprema falló a favor de la mujer que pasará a heredar un predio denominado ‘Los Arrayanes’, en donde se emprendió un proyecto producto. 

La Corte estudió múltiples testimonios y determinó que la relación se había convertido en una unión de hecho y por eso tenía derecho a heredar. 

Con ponencia del magistrado Luis Armando Tolosa, la Sala Civil agregó que el trabajo doméstico de "lavar y planchar", que realizan las empleadas domésticas que entran a un concubinato o amorío estable y duradero con su jefe, es una prueba de la relación. 

"El trabajo doméstico y las actividades del hogar de uno o de ambos concubinos o socios, la cooperación y ayuda recíproca dirigida a facilitar la protección que conlleva una relación de esa naturaleza en los demás ámbitos (personal, familiar y social) son demostración inequívoca de un régimen singular de bienes", dice el fallo.