Las víctimas pidieron a los victimarios aportar a la verdad y la reparación, garantías de no repetición, la búsqueda de desaparecidos y la ubicación de campos minados.
“A la guerra le decimos nunca más”, fue uno de los mensajes centrales de las víctimas y las organizaciones locales promotoras del acto. Además, ratificaron la declaración del municipio como territorio de paz.
“El acto de perdón es un avance para la reconciliación y la reparación de esta población que sufrió con crudeza por el conflicto armado”, aseguró el director de la Unidad de Víctimas en Antioquia, Jorge Mario Alzate Maldonado.
La jornada fue una iniciativa de las víctimas y las organizaciones sociales y es el primero que se hace tras dejar las armas y como movimiento político. “Esto marca un antes y un después para estas comunidades”, agregó Alzate.
El funcionario recordó que esta población del oriente antioqueño tiene un alto número de población que sufrió la violencia de todos los grupos armados, desde el Eln, las Farc y las autodefensas.
Cifra
20 mil afectados por hechos victimizantes desde homicidios, varias tomas guerrilleras y desapariciones forzadas, entre otros.
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