Los indicadores son dramáticos, dijo Sandra Gómez, directora de Recursos Naturales de la Corporación Autónoma Regional de la Frontera Nororiental (Corponor), pues en solo un año se triplicó la deforestación, al parecer, por el aumento de los cultivos ilícitos en las zonas de conflicto armado, la tala ilegal y la ampliación de la frontera agrícola.
Las concentraciones más grandes de tala, pueden notarse en las veredas Las Gaviotas, Veta Oriente y Unión Vetas, de Tibú; así como en El Tarra y en Sardinata, en donde ya no se aprecia la capa verde que cubría toda la extensión montañosa.
Para el director general de Corponor, Gregorio Angarita Lamk, la complejidad del manejo ambiental de la región es inocultable y no solo se trata de medio ambiente. Se requieren acciones articuladas con entidades que controlen la criminalidad y el orden público.
Cabe destacar que junto con Norte de Santander, los departamentos de Guaviare, Meta, Antioquia, Putumayo, Caquetá y Bolívar concentran el 71 por ciento de las alertas por deforestación en el país.
Dato
Para 2016, 14 mil hectáreas de reserva forestal dejaron de existir en el país por la intervención humana.
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