Perú y Colombia ¿conflictos paralelos?

VANGUARDIA LIBERAL - EL NUEVO DÍA
Sendero Luminoso y las Farc, ambos grupos llegaron a los 15.000 efectivos y en los años de mayor violencia, mediados de los 80 en Perú, y finales de los 90 en Colombia, llegaron a poner en jaque al Estado.

Diferentes hechos y muchas similitudes existen en Colombia y Perú durante los gobiernos del expresidente Álvaro Uribe Vélez y Alberto Fujimori, según el planteamiento de Jerónimo Ríos Sierra, doctor en Ciencias Políticas de la Complutense de Madrid.

Una de las similitudes es cómo llegan a la presidencia, porque tanto uno como otro acceden al poder siendo outsiders de la política tradicional. Fujimori, era un desconocido meses antes de la contienda electoral de 1990. Y Uribe rompió la tradición bipartidista Liberal/Conservador y con la campaña “Primero Colombia”, consigue partir de menos de un 2% de intención de voto unos meses antes de las elecciones a, sorpresivamente, en junio de 2002, vencer en segunda vuelta, con casi seis millones de sufragios.

Este medio de comunicación aprovechó la charla que Ríos Sierra hizo esta semana en la Unab sobre el tema, para hablar con él y ahondar en las similitudes de estos dos personajes y procesos de los dos países.

 

Preguntas y respuestas

Qué similitudes hay entre Colombia y Perú?

“En el caso de Perú y de Colombia, la década de los 80 es violenta y beligerante, inscrita en un conflicto armado, pero que en el caso de Perú es un conflicto político, es decir, Sendero Luminoso desde el año 70 ha venido realizando bases en la búsqueda de tomarse el poder político por las armas y es una guerrilla que ha acumulado mucho poder y prácticamente desde el año 82 y 83 tiene unos marcados niveles de confrontación con el Estado importantes; en el caso de Colombia eso no sucede, en el año 82 se realiza la séptima conferencia guerrillera de las Farc, aunque esta guerrilla está en proceso vegetativo, no supera los 600 combatientes, el Eln y Epl igual”.

¿Qué hechos enmarcan la violencia de esta época?

“En Colombia la década de los 80 es violenta no tanto por las guerrillas, pero sí mucho más por el impacto de los dos carteles, el de los Rodríguez Orejuela y el de Medellín. Hay guerrillas en ambos lados y guerrilla de herencia de la guerra fría, en el caso de Sendero luminoso y Movimiento Revolucionario Túpac Amaru, Mrta, en Perú, y las Farc y el Eln en Colombia”.

¿Y la violencia política cómo se presenta?

“En el caso de Perú está mucho más desarrollada la violencia política, pero en Colombia eso no sucede y prácticamente hay que esperar hasta el año 89 un salto cualitativo importante en la violencia política, porque en el 89 se produce la octava conferencia guerrillera de la Farc y se dan varios acontecimientos: el ‘Mono Jojoy’ llega al secretariado de las Farc, ‘Raúl Reyes’ gana peso dentro de la organización y muere Jacobo Arenas, entonces hay un orden importante de cambio que hace que la facción beligerante de la Farc imponga una nueva forma de operar que es como el ‘Mono Jojoy’ llamaba aquello. Además, en el año 92 se da la derrota de Sendero Luminoso cuando es capturado Ismael Guzmán, que es el máximo líder”.

¿Cuál es la relación que usted establece de Uribe y Fujimori con el paramilitarismo?

“Hay que trazar muy fino porque en Colombia el paramilitarismo siempre fue legal, pero es una de las cosas que la gente no sabe, hay un decreto habilitante del año 65, que se convirtió ley en 1968, y se mantuvo vigente hasta finales de la administración Barco Vargas que anula esa decisión y César Gaviria, dos años después la vuelve a habilitar a través de las Convivir, que van a estar presentes desde el año 91 hasta septiembre del 97; esto no es casualidad porque es en ese mismo mes y año, siendo gobernador de Antioquia Álvaro Uribe Vélez, que nacen las Autodefensas Campesinas de Córdoba y Urabá, Accu.

En el caso de Perú existía el grupo Colina, que era una especie de estructura paramilitar pero “sui generis”, porque es una estructura que surge dentro del Ejército con la principal intención de llevar a cabo acciones irregulares, extrajudiciales y amparadas por fuera del Estado de derecho para sembrar terror.

Entonces, en ambos casos hay una sistemática guerra sucia que se traduce en forma de crímenes de lesa humanidad, a modo de ejecuciones extrajudiciales, desapariciones forzadas y la patrimonialización del servicio de inteligencia y de parte de la fuerza pública en el mantenimiento de una omnímoda política de seguridad y continua militarización del espacio público”.

¿De alguna manera se puede asimilar el grupo Colina a los paramilitares de Colombia?

“Sí, pero con alguna particularidad porque los paramilitares fueron campesinos, ganaderos y gente del común levantada en armas que tiene una estructura irregular paralela a la Fuerza Pública y el Ejército, y en el caso del grupo Colina es desde dentro, es como si hubiera una especie de terrorismo de Estado, terrorismo sucio utilizando una parte muy concreta y muy selectiva de la fuerza militar para llevar a cabo acciones extrajudiciales”.

¿Qué significa en Perú “terruco” y en Colombia “mamerto”?

“Es lo mismo en el fondo, es criminalizar a la izquierda, cuando tienes contextos de democracia restringida como puede ser Colombia o Perú. ¿El frente nacional era democrático?, había una alternancia entre dos partidos hegemónicos como el liberal y conservador y para algunos autores esa es la razón por la cual surge la guerrilla porque la izquierda no puede aparecer desde la vía política entonces opta la vía armada para buscar sus intereses. Dicho esto en el fondo Fujimori y Uribe utilizan el aparato mediático de una manera muy particular que es criminalizar todo aquello que sea susceptible de critica, cuestión o negación a las políticas de seguridad”.

 

Dato

 Acontecimientos capitalinos como el atentado en la calle Tarata, en el barrio limeño de Miraflores o el atentado en el lujoso Club El Nogal bogotano, son los que marcan un antes y un después, de algún modo, en la empatía y la proximidad urbana hacia el problema de la violencia.

 

Frase

"El hecho de que aparezcan comisiones de la verdad para esclarecer qué pasó y cómo pasó, pueden terminar afectando al expresidente Álvaro Uribe Vélez", Jerónimo Sierra Ríos.

Credito
REDACCIÓN NACIONAL

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