El desprendimiento de tierra se registró en un área boscosa que hace parte de la franja de protección de la quebrada Burundá y del embalse de la futura central de energía. Sus causas, indicó EPM, están relacionadas con la temporada de lluvias, puesto que estos episodios climáticos saturan los suelos y es “previsible que ocurran este tipo de hechos”.

De acuerdo con el comunicado emitido por la empresa, EPM hará las evaluaciones respectivas del deslizamiento para decidir su intervención técnica. Agregaron que este incidente no generó afectación a las personas, la infraestructura o a los frentes principales de obras del proyecto. Tampoco representaría riesgos para la comunidad.

Adicionalmente, EPM evalúa la posible afectación a una embarcación menor (lancha), de propiedad de un particular, que tenía atracada cerca del sitio del desprendimiento de tierra.

“Al respecto, es importante recordar que desde agosto de 2018 se solicitó al Ministerio de Transporte el control y restricción de embarcaciones particulares en el embalse, debido a los riesgos asociados al período de estabilización del mismo”, precisó.

Al menos tres afectaciones geológicas de gran dimensión dejó el desvío del río Cauca durante 271 días por las cavernas de Hidroituango.

La de mayor dimensión es una socavación (oquedad) que une los túneles uno y dos de captación, de 80 metros de largo por 20 metros de ancho.

Luego está un hueco generado por la presión del agua que tumbó parte de la pared de la almenara norte; y dos derrumbes que obstaculizaron el túnel vial a casa de máquinas.

Dato

Dos derrumbes impiden el paso de vehículos de gran tamaño por el túnel vial que va hacia la casa de máquinas.