La decadencia del plan para erradicar los cultivos de coca

Crédito: Archivo / EL NUEVO DÍAEl ministro de Defensa, Carlos Holmes Trujillo, afirmó recientemente que “vamos a erradicar 130.000 hectáreas de cultivos ilícitos (en este 2020), que es la cifra más alta de la historia.
El más reciente informe de la Comisión de Política de Drogas del Hemisferio Occidental de EE. UU. (WHDPC por su sigla en inglés), da cuenta que la cantidad de coca cultivada alcanzó un récord de 212.000 hectáreas en 2019, incluso cuando el país intensificó sus esfuerzos, erradicando más de 100.000 hectáreas.
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Hay que recordar que el Plan Colombia fue lanzado en el año 2000 bajo la Presidencia del demócrata Bill Clinton (1993-2001) y en Colombia bajo la presidencia de Andrés Pastrana, en donde Estados Unidos entregó recursos por cerca de 11.600 millones de dólares para atacar el narcotráfico y la cadena de producción.

Sin embargo, expertos consideran que las políticas siempre fueron fijadas desde el gobierno de Estados Unidos y no fue tratado como un problema de salud pública, sino como de seguridad, razón por la cual nunca se han visto verdaderos resultados para atacar el problema.

Jaime Rendón, director del Centro de Estudios e Investigaciones Rurales de la Universidad de La Salle, considera que “el Plan Colombia desde la perspectiva de los EE.UU. se dirigió hacia la erradicación de cultivos y al control de las zonas de producción en disputa con los grupos armados. Obviamente acá hay un enfoque desde la oferta, que es parcial y limitado y solo hace énfasis en una parte de proceso. El negocio sigue existiendo mientras haya una alta demanda dispuesta incluso a pagar elevados precios. Es sin duda un negocio que sigue siendo muy rentable”.

En este mismo sentido, Hugo Fernando Guerrero, investigador de la Universidad de La Salle, considera que independientemente de la presencia temporal o coyuntural de un grupo armado o un grupo criminal, la decisión del mismo no implica la desaparición del negocio o la demanda y lo que habrá es la transformación en aquellos que se encargan de solventar esa oferta, pero hasta que no se cambie la estrategia del prohibicionismo a quizá a una estrategia de salud pública, es bastante difícil que pueda haber una solución a corto o mediano plazo respecto al problema de las drogas al menos en nuestro país.

Además, lo que está demostrado es que el problema no está ligado a los actores armados sino a la demanda en Estados Unidos y a una falta de política de inclusión.

En su momento cuando el Plan Colombia se negoció con Estados Unidos, reconoce Luis Fernando Ramírez, investigador de la Universidad Sergio Arboleda, el país estaba en el peor momento de la historia y se tenía una gran afectación de orden público, de incursión armada y de narcotráfico. Entonces si bien este apoyo, que ha sido cuantioso, no se puede desconocer en materia de recursos y de logística, se aplicó a lo que en últimas fue la pacificación del país.

Además, Ramírez argumenta que el narcotráfico es sin duda un negocio muy lucrativo y de alguna manera es la mejor industria que se tiene en Colombia desde el punto de vista de eficiencia, por tanto luchar contra esos márgenes de rentabilidad en un esquema como el que se maneja actualmente va ser difícil porque siempre habrá quien se arriesgue, es decir, la teoría económica habla de riesgo – rentabilidad y esta gente toma altos riesgos porque tiene una rentabilidad de hasta 80 veces.

 

Mejoraron los procesos

Andrés Dávila, profesor asociado del Departamento de Ciencia Política de la Universidad Javeriana, considera que los resultados en la erradicación de los cultivos de coca no son tan efectivos porque los propios narcotraficantes lo que han hecho es mejorar los procesos productivos y hacer que en el mismo territorio que antes producían ‘X’ cantidad, ahora producen ‘X’ al cuadrado, es decir, a punta de mejoras tecnológicas en el proceso, con semillas más resistentes a la aspersión, han logrado mejores resultados.

Además, se ha visto que se van corriendo a territorios donde es mas difícil asperjar y el tema fronterizo genera restricciones como en el caso del Putumayo, Nariño e incluso la Amazonía.

 

Relación con Biden

Luis Fernando Ramírez, investigador de la Universidad Sergio Arboleda, advierte que con la llegada de Joe Biden a la presidencia de Estados Unidos, más allá de los recursos que son significativos, lo importante es el tema de la relación bilateral, el tema de las certificaciones y tener acceso a los mercados.

Para Hugo Fernando Guerrero, investigador de La Universidad de la Salle, con la llegada de Biden puede haber algún tipo de matiz en el cual se le dé cierta importancia no solamente a la posibilidad de la erradicación manual, sino también de impulsar procesos de apoyo a los cultivos alternativos.

Finalmente, Jaime Rendón, investigador de la Universidad de La Salle, considera que probablemente se van a escuchar discursos más fuertes frente al país, sin que ello implique dejar de ser los EE.UU. el gran aliado.

 

Destacado

La aspersión en el país fue prohibida por la Corte Constitucional en el año 2017 y desde esa fecha se ha manejado de manera manual. En los últimos tres años se ha dado un incremento de las hectáreas en los cultivos de coca.

 

Dato

Los expertos aseguran que el retorno de las masacres tiene que ver con que hay territorios que no son dominio de nadie.

Credito
NELLY VECINO PICO

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