“Cada día hay más enfermos y no se pueden atender. La gente se muere sin atención o se debe escoger a quien intubar”, mencionó John Mario González, inmunólogo y docente de la facultad de medicina de la Universidad de Los Andes.

Pero el peligro en el aumento en la ocupación de las UCI no es un tema nuevo. De hecho, es una situación para la que debería estar preparada la infraestructura del país después de casi un año de pandemia. “El objetivo de la primera cuarentena que se hizo en marzo de 2020 era aplanar la curva y dar tiempo para alistar servicios de salud. El primer objetivo se cumplió pero el segundo no. No hubo un alistamiento importante de UCI”, aseguró Luis Jorge Hernández, epidemiólogo de la Universidad de Los Andes.

Sin embargo, se está viviendo una segunda ola de contagios y las tasas de ocupación de las UCI siguen en aumento.

En las últimas horas, el gobernador de Cundinamarca, Nicolás García, en medio de un balance sobre el comportamiento de los ciudadanos durante el toque de queda del pasado fin de semana, dijo que la ocupación de UCIs en el departamento bajó al 82%.

Esto en primera medida gracias al buen comportamiento de los ciudadanos y a la ampliación de Unidades de Cuidados Intensivos en municipios como Sopó, Soacha y Facatativá. Y añadió que esta semana se espera ampliar aún más en otros lugares del departamento.

Por su parte, el secretario Distrital de Salud de Barranquilla, Humberto Mendoza, dijo ayer que la ciudad cuenta con 269 camas UCI disponibles, lo que representa un 36% del total de las que están ubicadas en las distintas entidades sanitarias público-privadas que hay en la ciudad.

“Nosotros tenemos una disponibilidad del 36%, unas 269 camas UCI. De las cuales Barranquilla tiene una utilización del 64%. 

Dato

Según los datos del Ministerio de Salud, a corte del 14 de enero, el país cuenta con 11.747 camas UCI, de las que hoy se encuentran disponibles 3.176 (27%).