Este fue el caso del cantante de música popular Jessi Uribe, quien ha sido blanco de críticas por haber amenizado una parranda con más de 100 personas, en un hotel del municipio de San Gil, Santander.

Ante la lluvia de críticas, directivos del establecimiento salieron al paso, asegurando que todos los asistentes tenían la prueba PCR negativa, y que habían utilizado todos los protocolos de bioseguridad.

“Fue una reunión familiar, el hotel tiene capacidad para 500 personas pero de este evento privado solo participaron 120 con los empleados. Todos antes de venir durante esa semana se realizaron la prueba”, dijo el gerente del hotel en Caracol Radio.

Por su parte, el alcalde de este municipio, Hermes Ortiz, confirmó que se trató de una fiesta clandestina. “Este evento fue clandestino, no tuvo ninguna autorización por parte de la administración municipal. El evento fue privado y, al parecer, fue el cumpleaños del dueño del hotel”.

Hasta el momento el cantante no se ha pronunciado.