Los desconocidos tomaron como objetivo las redacciones de los diarios Al Dustur (La Constitución), Al Parliament (El Parlamento), Al Nas (El Pueblo) y Al Mustaqbal (El Futuro) en Bagdad.

Los cuatro periódicos publicaron artículos muy críticos contra el clérigo chiita, Mahmud al Sarji.

"Unos 30 hombres armados y vestidos de civil entraron en nuestras oficinas después de romper la puerta y prender fuego a mi coche", explicó Ali Daraji, redactor jefe de Al Mustaqbal.

"Entraron en mi despacho, destruyeron ordenadores y saquearon todo", prosiguió.

Según un médico del hospital, Ibn Nafis, seis periodistas fueron tratados por heridas producidas durante el ataque.

En un comunicado, el responsable de la misión de la ONU en Irak, Martin Kobler, consideró que "cualquiera que sea la circunstancia, es inadmisible atacar a los medios y a los periodistas".

El Observatorio de la Libertad de Prensa, una ONG con sede en Irak, y Muayad al Lami, director del sindicato de periodistas iraquíes, condenaron estos incidentes.

Lami pidió una investigación "para saber quién está detrás de estos ataques". "Estamos en contacto con los dignatarios religiosos (...) ya que los agresores mencionaron a ciertos grupos religiosos", durante los ataques, añadió.