Reunidos en Luxemburgo, los ministros europeos de Relaciones Exteriores decidieron autorizar, bajo ciertas condiciones, la importación de petróleo únicamente desde los yacimientos sirios controlados por los rebeldes.

También autorizaron, bajo ciertas condiciones, las exportaciones de equipamiento y las inversiones en el sector de los hidrocarburos.

Los ministros consideraron "necesario" introducir "derogaciones" a las sanciones a este país con el fin de "ayudar a la población civil siria, concretamente en respuesta a los problemas humanitarios (...) y para restaurar una actividad económica normal", indicaron en las conclusiones de su reunión.

"Respondemos así a las críticas de la oposición y de la población, que dicen estar más afectados por las sanciones internacionales que el régimen" de Bashar Al Asad, explicó un alto responsable de la UE.

Desde el inicio de la revuelta en Siria, en marzo de 2011, la producción petrolera de este país se ha reducido a un tercio de lo que era y en marzo sumaba 130 mil barriles al día, es decir, apenas el 0.1 por ciento del total mundial, según la Agencia Internacional de la Energía (AIE).

La mayoría de los campos petrolíferos de Siria se concentran en torno a Deir Ezzor, en el este del país, cerca de la frontera iraquí, y algunos de ellos están en manos de los rebeldes sirios.