"Solo los psicópatas pueden intentar boicotear el proceso de paz, estar contra la paz", dijo el mandatario ecuatoriano en su informe sabatino de labores. 

Entre los opositores al proceso de diálogo, que registra avances, con miras a poner fin a medio siglo del conflicto armado, está el ex presidente de Colombia, Alvaro Uribe. 

El ex gobernante, quien aspira al Senado en las elecciones legislativas de 2014, alega que el proceso dejará en la "impunidad" los delitos de las FARC, por lo que es partidario de una salida militar al conflicto armado interno. 

Pese a las críticas, el proceso de diálogos con la guerrilla de las FARC avanza, algo que para el mandatario ecuatoriano Rafael Correa, es una buena noticia. 

"Todo latinoamericano de buena voluntad debe estar en ese proceso de paz. Para mí es la noticia más importante de América Latina" el avance de las negociaciones, afirmó Correa. 

Recientemente, el gobierno de Colombia y las FARC sellaron un acuerdo que establece un marco para garantizar la participación del grupo rebelde en política. 

El acuerdo establece condiciones para que las FARC dejen las armas y se conviertan en un movimiento político si el diálogo en La Habana, Cuba, termina en un pacto de paz definitivo. 

Correa reiteró su apoyo a la labor emprendida por su homólogo colombiano, Juan Manuel Santos, para lograr la paz en el vecino país y destacó que si ello se concreta contribuirá a solucionar algunos problemas fronterizos con Ecuador. 

"La frontera norte, en los últimos años, ha tenido grandes problemas, porque es una frontera caliente. Hay violencia, hay infiltración de grupos irregulares, infiltraciones de narcotráfico y una frontera selvática", expuso Correa quien ha ofrecido su "apoyo incondicional" para la firma de un acuerdo de paz definitivo. 

Resaltó que antes del gobierno de Santos no había presencia del Estado colombiano en vastas zonas de la frontera binacional y ahora que se busca solucionar los problemas no se puede parar el proceso de paz que está en marcha.