Desafíos del nuevo gobierno en Chile: demandas sociales y grandes cambios

AFP - EL NUEVO DÍA
El balotaje del domingo se da en un escenario inédito. Por primera vez, dos mujeres compiten por la presidencia de Chile, una condición que no le gusta resaltar a Bachelet.

Si como se espera, la exmandataria socialista Michelle Bachelet gana el balotaje de mañana en Chile ante la derechista Evelyn Matthei, tendrá que enfrentar demandas sociales y un debate para cambiar la Constitución heredada de la dictadura de Augusto Pinochet.

Las multitudinarias protestas de los estudiantes en 2011 abrieron paso a una particular primavera de la clase media chilena, que demanda un estado más fuerte y protector, junto a educación y salud pública gratuita y de calidad.

Pero no se trata de llegar a derribar todo, sino de corregir las inequidades de un sistema económico y político que cosecha elogios, pero que arrastra una enorme desigualdad social.

“Es una demanda para construir un sistema político y económico que apunte más hacia la inclusión. No es gente que dice botemos (eliminemos) el sistema; es gente que dice: yo quiero participar de este sistema”, señala Robert Funk, politólogo de la Universidad de Chile.

El anhelo de cambio se produce en una sociedad con un desencanto con la política y en la que la mitad del electorado no concurrió a votar en la primera vuelta del 17 de noviembre, cuando Bachelet se impuso por un 46.6 por ciento de los votos, aventajando por 21 puntos a Matthei, que obtuvo 25.1.

Michelle Bachelet propone reformas al sistema educativo y tributario y un cambio de Constitución, en busca de corregir el modelo económico y político legado de la dictadura de Pinochet, mientras que Matthei apunta a una continuidad “que no destruya lo construido”.

Nueva carta magna

El nuevo gobierno deberá “consolidar un programa de reforma en áreas sensibles hoy en Chile, como el cambio del sistema electoral, la superación de la Constitución de 1980, y la modificación del sistema de vetos que existe para hacer reformas de gran envergadura”, señala Marcelo Mella, politólogo de la Universidad de Santiago.

La composición del nuevo Congreso, elegido en paralelo a la primera vuelta, otorga a Bachelet mayoría simple en ambas cámaras en caso de resultar electa, pero le falta la mayoría de dos tercios para cambiar la Constitución.

“Un futuro gobierno que pretenda terminar con un buen nivel de adhesión e influir sobre la continuidad en una próxima elección tiene por lo menos que animar o gatillar la discusión sobre la superación de la Constitución de 1980”, asegura el experto Mella.

Credito
AFP

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