Según un comunicado del Departamento de Estado estadounidense, Kerry aseguró que EE.UU. desea facilitar un diálogo directo entre Ucrania y Rusia, pero “si la escala militar y las provocaciones” y las intenciones “de anexar Crimea a Rusia” persisten, “se cerraría cualquier espacio disponible a la diplomacia”.
El jefe de la diplomacia estadounidense pidió “contención” a Rusia y se comprometió a sostener futuros contactos con Lavrov, con quien lleva haciendo consultas desde el inicio de la ocupación de Crimea por parte de tropas prorrusas.
Lavrov, que ha negado que las tropas desplegadas en Crimea sean rusas, pese a que defienden los intereses del Kremlin dijo hoy que está dispuesto a conversar con Occidente a condición de que la comunidad internacional deje de acusar a Moscú de ser parte en el conflicto.
Tras hablar con los mandatarios de Reino Unido, Francia, Italia y las tres repúblicas bálticas (Estonia, Letonia y Lituania), el presidente estadounidense, Barack Obama, rechazó la propuesta de referendo en Crimea para integrarse en la Federación Rusa.
Según consideraron Obama y sus aliados, esta consulta sería una violación de la constitución ucrania, ya que toda decisión sobre el futuro y la integridad territorial de Ucrania debe incluir a las autoridades de Kiev.
Estados Unidos ha aprobado ayuda financiera al nuevo gobierno ucraniano proeuropeo y ha propuesto sanciones económicas contra Rusia, algo que no parece calar entre socios europeos con lazos comerciales de más calado que Washington.
Crimea se dispone para marchas forzadas para el referéndum del día 16 sobre su reunificación con Rusia, sin encontrar apenas resistencia de Ucrania, que en las últimas 24 horas ha perdido nuevas posiciones estratégicas ante las llamadas autodefensas de la rebelde autonomía ucraniana.
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