“A menos de que haya otra transmisión no se desplegará el sumergible”, aseguró ayer en rueda de prensa el jefe del Centro de Coordinación de Agencias Conjuntas, Angus Houston, en la base australiana Pearce, en la ciudad de Perth.
La búsqueda, que tiene lugar a unos 4.500 metros de profundidad en una amplia zona marítima situada a unos 2.000 kilómetros de la costa oeste australiana, intenta localizar estas señales antes de que se agote la batería de las cajas negras, cuyas reservas están al límite.
El buque australiano Ocean Sheild, que transporta el sumergible no tripulado, rastrea la misma zona donde el pasado domingo captó dos señales, una de 2 horas y 20 minutos y otra de 13 minutos, cuya frecuencia coincide con la que emiten los dispositivos de registro de vuelo y de las conversaciones de la cabina de las cajas negras.
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