“En septiembre del año pasado le escribí un mail al Papa, porque es argentino y uno se toma estas confianzas de creer que te va a contestar y me respondió anteayer (lunes)”, contó Jacqueline Lisbona, de 47 años, en declaraciones a radio Del Plata.
El papa llamó a la mujer a su casa para decirle “que podía volver (a la Iglesia). Eso haré en algún momento. Me dijo que estaban tratando este tema” en el Vaticano, agregó.
Lisbona vive en la ciudad de San Lorenzo, 300 km al norte de Buenos Aires, y dejó de ir a la Iglesia por sentirse “una católica de segunda”, según le contó al pontífice en el correo.
Casada por civil con Julio, un hombre divorciado que en su primer enlace contrajo matrimonio por civil y por la Iglesia, Lisbona relató que hace una década que no podía tomar la comunión.
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