AFP, MOSCÚ

Un cohete ruso Protón, que transportaba un satélite de telecomunicaciones sofisticado, se desintegró en la atmósfera minutos después de su lanzamiento, en el último accidente hasta la fecha en la industria espacial rusa.

El principal motor del cohete se paró 545 segundos después del lanzamiento desde el cosmódromo de Baikonur, en Kazajistán. La televisión mostró el cohete y su satélite de comunicaciones Express-AM4P, de un valor estimado de 21 millones de euros, ardiendo en la atmósfera.

“Tenemos una situación urgente”, afirmó un controlador de vuelo en las imágenes transmitidas por televisión.

La agencia espacial rusa Roskosmos informó que encargó a una comisión que “analizará los datos telemétricos para hallar los motivos de esta situación”.