Bumanguesa relata cómo se vive bajo la amenaza de los cohetes de Hamas

COLPRENSA - EL NUEVO DÍA
Perla Lerner es una judía nacida en Bucaramanga, que hace 34 años decidió emigrar a Israel, la tierra de sus ancestros, y además ha tenido que soportar la amenaza de los ataques con cohetes que lanza Hamas contra el sur del país.

Desde que Hamas subió al poder, hace siete años y controla la Franja de Gaza, Perla Lerner ha vivido bajo la constante amenaza de la ‘lluvia’ de misiles que lanzan hacia las ciudades israelíes del otro lado de la frontera.

Perla es una bumanguesa de 64 años de edad cuyos padres eran judíos lo mismo que su esposo con quien vive desde hace 14 años en Bror Hayil, un kibutz (aldea colectiva) situado en el sur de Israel.

Bror Hayil se ubica a tan solo a cinco kilómetros de la ciudad de Sderot, una de las más castigadas por los ataques de cohetes artesanales Kasam que ha lanzado el grupo islamista Hamas.

Hace 32 años Perla vive con su esposo, también judío, “en la tierra de mis ancestros” como ella describe a Israel. Tiene cuatro hijos y seis nietos. En estos momentos, tiene miedo especialmente por su hija menor, quien es oficial de la aviación israelí.

Es profesora de español y trabaja en el Ministerio de Relaciones Exteriores israelí en Jerusalén.

Es tal el peligro que se vive, que cuando conduce en auto durante una hora y media hasta Jerusalén, ha visto varios cohetes palestinos surcar el cielo en medio de la carretera. Esta bumanguesa judía enseña español a los diplomáticos de ese ministerio que viajan al exterior.

Con alarmas constantes, sin poder dormir tranquilos por el peligro y el miedo de dónde van a caer los cohetes o estar atentos para buscar refugio, han transcurridos estas últimas semanas para los habitantes del sur de Israel como Perla.

“Al sonido de las alarmas tenemos 15 segundos para ir hasta el refugio antes del posible impacto de un proyectil”, relata Perla, para quien este ritual de seguridad se ha convertido en un manual de supervivencia en todos estos años. Su casa tiene refugio antiaéreo.

Perla cree que el pueblo palestino quiere paz, pero sus gobernantes no, y son los inocentes de ambos lados de la frontera quienes están pagando un alto precio por las decisiones de los políticos de turno. En su opinión a manera de reflexión en medio de este contexto de guerra que ha sido la constante en Medio Oriente, palestinos e israelíes deberían ser vecinos y no enemigos, aunque no se quieran.

INTENSIFICA OFENSIVA

AFP, GAZA

Israel prometió ayer intensificar su ofensiva contra el movimiento islamista Hamas en la franja de Gaza, después de atacar por aire cientos de objetivos y recibir cohetes que llegaron a Tel Aviv, Haifa y Jerusalén, y cerca de un reactor nuclear israelí.

“Hemos decidido intensificar los ataques contra Hamas y las otras organizaciones terroristas en Gaza”, declaró el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, después de que la aviación de su país bombardera unos 550 objetivos y matara a 48 palestinos en la operación “Barrera de protección”, iniciada el lunes a medianoche.

El presidente palestino, Mahmud Abas, tachó de “genocidio” la campaña israelí en curso.

“Siempre nos culpan a nosotros”

Desde el inicio de la operación militar de Israel, más de 200 cohetes han impactado en suelo israelí y 53 fueron derribados, según el Ejército.

Perla hace parte del millón de israelíes de un total de 7.5 millones que tiene el país, que vive en la zona cercana a la Franja y se ve expuesto a una tensión continua que a menudo se torna insoportable como ahora, con la nueva escalada bélica.

Perla no sabe qué va a pasar con este nuevo conflicto abierto entre Israel y Hamas, pero de lo que sí está segura es que “no podemos seguir viviendo así... solo tratamos de vivir el día a día”.

“El mundo no sabe nada de lo que pasa aquí. Porque siempre nos culpan a nosotros nunca ven la verdad y nunca buscan la verdad”, reprocha ella al referirse a la operación militar que adelanta el Ejército israelí en Gaza.

Se trata de la espiral de violencia más grave, desde la de noviembre de 2012 con la operación israelí “Pilar de Defensa” contra Hamas, y estalló con el secuestro el 12 de junio de tres estudiantes judíos en Cisjordania, cuyos cuerpos sin vida fueron hallados el 30 de junio. Para agravar la crisis, dos días después fue encontrado el cuerpo carbonizado de un joven palestino, quemado vivo en represalia por la muerte de los tres judíos.

Credito
ÁNGELA CASTRO ARIZA

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