Regocijo en Argentina por el hallazgo de nieto de Carlotto

AFP - EL NUEVO DÍA
La infatigable lucha de las Abuelas ha permitido encontrar hasta ahora a 114 personas, incluyendo a Ignacio Hurban, buscado como Guido Carlotto, hallado el martes.

Luego de 36 años de búsqueda, Estela de Carlotto, la presidenta de la organización humanitaria argentina Abuelas de Plaza de Mayo, encontró a Guido, un hombre con dudas sobre su origen que se sometió voluntariamente a las pruebas de ADN, que probaron que era su nieto, robado en la dictadura.

Desde la presidenta Cristina Kirchner hasta el jefe de gabinete Jorge Capitanich expresaron su emoción por esta noticia, que por primera vez en casi dos meses desplazó el caso “Argentina vs ‘Buitres’ vs. Griesa” al segundo plano.

Axel Kicillof, el ministro de Economía y rostro de la pelea con los fondos especulativos, no pudo contener el llanto cuando quiso saludar a Carlotto en un programa de radio.

“Un enorme y caluroso saludo a Estela de Carlotto en un día...”, alcanzó a decir Kicillof, antes de quebrarse por este caso emblemático de la sangrienta dictadura argentina (1976 - 1983).

“Hoy, la Argentina es un país un poco más justo que ayer”, remarcó Kirchner, quien antecedida por su esposo, el expresidente Néstor Kirchner, hicieron de la justicia en los casos de violaciones a los derechos humanos cometidos en la dictadura uno de los pilares de su gestión.

El nieto de Carlotto -criado como Ignacio Hurban y buscado como Guido Carlotto- es un músico que hace menos de tres semanas se sometió voluntariamente a una prueba de ADN que probó su parentesco.

Víctima de dictadura

Estela de Carlotto, madre de cuatro hijos, era maestra de primaria y ama de casa cuando desapareció su hija Laura, quien junto con un novio que ella no conocía, militaban en la organización guerrillera Montoneros (peronista de izquierda).

Carlotto no sabía que Laura estaba embarazada de dos meses cuando la secuestraron.

“Me casé con mi primer y único novio, Guido”, contó en una entrevista hace unos años sobre su esposo, ya fallecido.

Ese nombre fue, según testimonio de sobrevivientes que estuvieron detenidos con ella, el que Laura eligió para el niño que los militares le arrebataron cinco horas después del nacimiento, en un centro de detención clandestino en la periferia norte de Buenos Aires.

Credito
AFP

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