ERBIL, AFP

Estados Unidos se involucró por primera vez en el conflicto iraquí desde que retiró sus tropas de Iraq en 2011, al bombardear ayer posiciones de yihadistas que amenazan el Kurdistán iraquí, así como a miles de cristianos desplazados.

Dos aviones estadounidenses bombardearon posiciones del Estado Islámico (EI) en el norte de Iraq, después de que la artillería de los yihadistas disparara cerca de personal estadounidense en Erbil, informó ayer el Pentágono.

La Casa Blanca precisó que el presidente Barack Obama no ha fijado un límite de tiempo para los ataques aéreos estadounidenses en Iraq, pese a temores existentes de que Washington se vea arrastrado de nuevo al conflicto en el país árabe.

“El Presidente no ha fijado una fecha específica”, dijo el portavoz de la Casa Blanca Josh Earnest, pero insistió en que “un conflicto militar prolongado que incluya el involucramiento estadounidense no está sobre la mesa”.

Tras la noche del pasado miércoles, cuando las fuerzas kurdas se retiraron de Qaraqosh, los yihadistas tomaron posiciones en esta ciudad, situada entre Mosul, la segunda ciudad del país, que ya estaba en poder del Estado Islámico, y Erbil.

Expulsados cristianos de sus hogares

Según el patriarca caldeo Louis Sako, Qaraqosh, la mayor ciudad cristiana de la región, fue vaciada de su población. Sako estimó el número de cristianos que fueron expulsados de sus hogares en 100 mil.

Muchos de ellos trataron de ingresar en el vecino Kurdistán, aumentando la presión en este territorio autónomo de cinco millones de habitantes que ya recibió a cientos de miles de personas desde que el EI comenzó su ofensiva, el pasado 9 de junio.

Ya el pasado domingo, la conquista de Sinjar, un bastión de la minoría kurdohablante yazidí, adepta de una religión preislámica en parte salida del zoroastrismo, había provocado la fuga de 200 mil civiles, según la ONU

En este contexto, la ONU afirmó ayer que estaba preparando la apertura de un corredor humanitario en el norte de Iraq para permitir huir a los civiles amenazados por los yihadistas.