El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, prometió ayer “justicia” tras confirmarse la decapitación del periodista estadounidense James Foley por el grupo yihadista Estado Islámico (EI), al que calificó de “cáncer que debe ser extirpado”.

Obama remarcó que EU “estará vigilante y no descansará” a la hora de hacer “lo necesario para que se haga justicia” por la muerte de Foley, de 40 años, quien fue secuestrado en Siria en noviembre de 2012.

En una breve y contundente declaración tras confirmarse la autenticidad del video difundido este martes con las imágenes de la decapitación, el mandatario subrayó que la muerte de Foley supone “un acto de violencia que agita la conciencia del mundo entero”.

Por ello, Obama instó a la comunidad internacional, así como a los países de la región, a hacer “un esfuerzo común para extraer este cáncer que debe ser extirpado para que no se extienda”.

Tras la decapitación, en el video aparece otro periodista estadounidense secuestrado, Steven Joel Sotloff, cuya vida “depende de la próxima decisión de Obama”, según dice el verdugo en la grabación.

Ataques en Iraq

En el video James Foley se despide de su familia y acusa al Gobierno de Washington de ser el responsable de su ejecución por la reciente intervención en Iraq, donde aviones estadounidenses realizan desde hace más de una semana ataques “selectivos” sobre posiciones del EI en el norte del país.

Poco después de las declaraciones de Obama desde su residencia de vacaciones en la isla de Martha’s Vineyard (Massachusetts), el Mando Central de EU informó que ayer se realizaron 14 nuevos ataques aéreos en el norte de Iraq, cerca de la estratégica presa de Mosul, dentro de la campaña iniciada para ayudar a las tropas iraquíes a repeler al grupo yihadista.