Al menos 80 miembros de las fuerzas de seguridad afganas y civiles murieron, 12 de ellos decapitados, en una ofensiva de los talibanes, tan solo a pocos meses para la retirada de las fuerzas de la Otan del país, tal como informaron ayer las autoridades.
“Los insurgentes decapitaron a 12 civiles en cuatro pueblos”, declaró el vicegobernador de la provincia de Ghazni, Mohamad Ali Ahmadi. “No tenemos un balance detallado, pero estimamos que entre 80 y 100 personas murieron en la última semana”, en esta ofensiva, añadió.
El gobernador de la provincia, Musa Khan Akbarzada, aseguró por su parte que “mucha gente ha resultado muerta o herida”, aunque se desconoce la cifra exacta, que podría aumentar mientras prosiguen los enfrentamientos con las fuerzas de seguridad.
El 4 de septiembre 33 personas murieron en un ataque de los insurgentes contra oficinas gubernamentales en Ghazni.
Credito
AFP
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