Orellana ingresó en la prisión Ancón I

tomada de internet - el nuevo día
Orellana tenía 35 denuncias penales desde 2001, pero su caso salió a la luz pública este año, cuando la Procuraduría encontró vínculos con la red de corrupción.

El empresario peruano Rodolfo Orellana ingresó ayer en prisión para cumplir la orden de 18 meses de arresto preventivo mientras continúa su investigación por ser el presunto artífice de una red criminal de lavado de activos, informaron ayer fuentes del Instituto Nacional Penitenciario (Inpe).

Orellana fue recluido en el penal de Piedras Gordas, conocido como Ancón I, que está ubicado a las afueras del norte de Lima, luego de haber pasado la noche en el calabozo del Palacio de Justicia, adonde llegó el pasado viernes en la tarde después de que las autoridades colombianas lo expulsaran de su país y lo dejaran a disposición de la justicia peruana.

El detenido fue trasladado ayer en la mañana en una ambulancia del Inpec con un amplio operativo de seguridad que lo custodió hasta el establecimiento penitenciario.

En el penal de Piedras Gordas también está recluido el exjefe policial Benedicto Jiménez, líder del grupo de inteligencia que capturó al fundador de Sendero Luminoso, Abimael Guzmán, y ahora presunto colaborador de Orellana, al supuestamente amedrentar a través de la revista Juez Justo a los jueces que investigaban el caso.

La fortuna

La procuradora contra el lavado de activos, Julia Príncipe, explicó que Orellana amasó una fortuna de 150 millones de soles (51 millones de dólares) por sus negocios en el sector inmobiliario, tala, minería ilegal y narcotráfico, entre otras actividades.

La captura

Rodolfo Orellana fue capturado el pasado jueves en Cali (Colombia) en una operación conjunta de Colombia, Perú y la DEA (Departamento Estadounidense Antidroga), tras pasar más de cuatro meses en paradero desconocido.

Al detenido se le investiga por los presuntos delitos de lavado de activos y asociación ilícita, al liderar presuntamente una red que incluía abogados, jueces y policías para enriquecerse a través del tráfico de terrenos, principalmente.

Credito
EL NUEVO DÍA

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