RESUMEN AGENCIAS
El papa Francisco denunció ayer que algunas parroquias se conviertan en “casas de negocio” y hagan pagar por celebrar sacramentos como bautizos o bodas.
El papa reflexionó ayer sobre la liturgia del día en que Jesús expulsó a los mercaderes del Templo, “porque habían transformado la casa de oración en una cueva de ladrones” y entonces denunció cómo también ahora los sacerdotes pueden causar escándalo con sus hábitos, con el comercio o la mundanidad.
“Cuántas veces entramos en una iglesia, aún hoy, y hemos visto la lista de los precios” para el bautismo, la bendición, las intenciones para la Misa. Y el pueblo se escandaliza”, exclamó el papa.
El papa recomendó entonces a los fieles que cuando vean estas cosas “tengan el valor de decírselo a la cara al párroco”.
“Hay dos cosas que el pueblo de Dios no puede perdonar: a un sacerdote apegado al dinero y a un sacerdote que maltrata a la gente”, dijo el pontífice, quien agregó que es imposible perdonar cuando: “La casa de Dios se convierte en una casa de negocios”.
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