Un sismo de 6.8 grados de magnitud en la escala de Richter golpeó ayer la prefectura de Nagano, en el centro de Japón, y causó al menos catorce heridos de diversa consideración tras provocar derrumbamientos en varias casas y provocar cortes de luz y agua.

La localidad aparentemente más afectada es la de Hakuba, donde se situó el epicentro y donde al menos cinco casas se derrumbaron parcialmente, aunque las 21 personas, incluido un niño de dos años, que se encontraban dentro fueron rescatadas con éxito por los cuerpos de emergencia.

Dos de ellas han sido remitidas al hospital, aunque se desconoce el alcance de sus heridas.

Un equipo de las Fuerzas de Auto Defensa (Ejército) fue enviado a la zona para asistir en labores de rescate y en el asesoramiento y reparación de daños materiales.

El temblor no ha activado la alerta de tsunami, según informó la Agencia Meteorológica de Japón.

El Gobierno de la prefectura de Nagano ha cifrado de momento en unos mil 600 los hogares de la región que han quedado sin luz tras el terremoto, que aparentemente también ha afectado a conducciones de agua potable.

Varias líneas de tren de alta velocidad han detenido las operaciones en el centro de Japón tras el temblor, pero las han retomado poco después.