El declive de Maduro tras dos años sin Chávez

AFP - el nuevo día
Opacado por un país en recesión y de su credibilidad para sortear los problemas más apremiantes de Venezuela, Nicolás Maduro enfrenta las críticas de haber malgastado la herencia de Chávez.

resumen agencias

Tras la muerte de Hugo Chávez y el consiguiente duelo que acompañó su partida, Venezuela inició un camino incierto bajo el ungido sucesor Nicolás Maduro.

Con fuerza más aparente que real en las bases del chavismo, Maduro fue marcando una transición en un país que hoy ostenta una espiral inflacionaria, escasez de alimentos y altos índices de pobreza y desempleo aupados por una crisis de ingobernabilidad y legitimidad.

Hoy, dos años después del fallecimiento del caudillo de la ‘revolución bolivariana’, Maduro no solo ha asumido los costos políticos de la ausencia del carisma y sagacidad de su predecesor, sino también de factores ajenos en un contexto internacional complejo exacerbado por la estrepitosa caída de los precios del petróleo.

Para el analista Diego Cediel, profesor de Ciencias Políticas la Universidad de La Sabana, “los dos años de Maduro se pueden resumir en que un régimen autoritario que venía presidiendo Hugo Chávez, con una oposición que era muchas veces perseguida y criminalizada, se volvió un autoritarismo severo”.

Ronal Rodríguez, investigador del Observatorio de Venezuela de la Universidad del Rosario, no comparte esa opinión pues considera que “Venezuela no es régimen autoritario, no es propiamente una democracia pero tampoco es una dictadura, es un gobierno que se instrumentaliza para hacer represión, lo que en ciencia política se llaman regímenes híbridos”.

Cediel remarca que el estamento militar ha sido pieza fundamental en el aparato represivo impuesto por el gobernante venezolano. “La dinámica dictatorial en la que prácticamente el estamento militar está sosteniendo al Gobierno y esa lealtad de los militares para el régimen de Maduro es evidente”, dice.

Sobre el particular, Rodríguez se pregunta “hasta qué punto los militares están dispuestos a quemarse las pestañas por Nicolás Maduro frente a lo que está pasando actualmente en el país y el nivel de desprestigio” que tiene su ‘Comandante en Jefe’.

Para los expertos, los detractores de Maduro no han podido capitalizar el generalizado descontento hacia la figura del actual mandatario venezolano. Aquí cuenta que la oposición está fracturada y dispersa, al punto que no ha logrado ofrecer una alternativa creíble.

No obstante, Rodríguez destaca el hecho de que la oposición venezolana ha ganado una importante victoria, pues a nivel internacional ya no es vista como golpista, como lo ha denunciado Maduro en repetidas ocasiones. Y explica que la oposición tiene que ganar las elecciones legislativas de este año y en este caso tendrían la posibilidad de hacerse al poder, en la Asamblea Nacional (Parlamento), y tendría más fácil para recolección de firmas para un referendo revocatorio del mandato de Maduro.

Sus horas bajas

Sin duda, el presidente Nicolás Maduro atraviesa su peor momento. Su popularidad ronda el 22%, según recientes encuestas. Lo que significa que ocho de cada 10 venezolanos creen que el presidente Maduro está haciendo las cosas mal. Ni en las épocas más duras de Chávez en sus 14 años de mandato gozó de un apoyo tan bajo, el cual se situó entre el 54 y 50%.

“Ha sido un gobierno que no responde a las demandas de los chavistas para apoyarlo y de manera general al bien común de los venezolanos, hay crisis económica, crisis institucional y crisis de legitimidad”, explica el catedrático Diego Cediel.

A su turno, Ronal Rodríguez, investigador del Observatorio de Venezuela de la Universidad del Rosario de Bogotá, afirma que no toda el “agua sucia” de la crisis venezolana se le debe atribuir a Maduro, pues se trata de un modelo económico que implementó Hugo Chávez cuando había boom petrolero, pero el escenario actual es distinto lo que ha generado un desequilibrio severo en las finanzas estatales.

En ese contexto, Cediel no ve probable que el escenario económico mejore en Venezuela: “el problema es haber designado a Maduro como sucesor de las políticas de Chávez, es una copia venida a menos de Hugo Chávez que no caló en el imaginario político del chavismo y lo peor, no convence”.

Economía, en apuros

La coyuntura económica que atraviesa Venezuela es otro ingrediente clave en el declive del gobierno de Nicolás Maduro, que ha hecho que el país entré en un nuevo ciclo de pobreza.

La economía del vecino país depende del petróleo, que hoy el 95% de los dólares que entran al país provienen de la exportación petrolera y quedan en manos del Estado. Pero hoy los precios del crudo han caído abruptamente y por ende, las arcas estatales venezolanas se han resentido sustancialmente.

Al respecto, Giovanni Reyes, profesor titular de la Universidad del Rosario Bogotá, expone que “esencialmente lo que ocurre en Venezuela es que llegó un presidente (Chávez) que implementó una política que aprovechó los altos precios del petróleo desde el 2003. Pero a partir de junio del año pasado la cosa cambió”.

“Si el precio rondaba los 110 dólares como ingreso bruto le estarían entrando 16 millones de dólares por hora, en los picos más altos del petróleo”, ilustra el economista.

Y un dato más: un estudio del Deutsche Bank, un banco alemán, señala que Venezuela necesita un barril de US$140 para cumplir con su presupuesto y financiar su déficit fiscal. Hoy por hoy, el barril de petróleo oscila entre los 50 y 61 dólares.

Durante el mandato de Chávez, según él, “había una inundación literal de dólares, el Gobierno dio dádivas a los sectores pobres” a través de sus misiones sociales. Pero al tiempo que se repartían las dádivas, se daban las condiciones que no estimulaban la inversión, explica el experto con un doctorado en economía de la universidad de Pensilvania, en Estados Unidos.

A partir de allí, el chavismo se fue ganando el respaldo de los sectores marginados y por otra parte, exacerbado el resentimiento de clases sociales.

En ese sentido enumera seis factores que atraen la inversión para generar empleo: la educación del recurso humano calificado en las áreas productivas, la estabilidad política, la estabilidad macroeconómica (inflación, tasa de cambio), la infraestructura, una fuerte institucionalidad y estado de derecho y por último, la cultura de la población que valora el empleo. Y estos factores están ausentes en Venezuela.

Credito
EL NUEVO DÍA

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