En las horas más recientes se observó que, si bien “la emisión de cenizas ha disminuido bastante con una columna muy débil -que en estos momentos está tapada por las nubes-, adentro del volcán la sismicidad ha ido con un leve incremento”, aseguró Gabriel Orozco, experto integrante del Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomín).
El volcán, ubicado en la región de Los Lagos, unos mil 300 kilómetros hacia el Sur de Santiago, sigue muy inestable, por eso no se descarta” un nuevo pulso eruptivo, agregó Orozco, considerando que “no hay forma de saber cuánto más puede durar” su actividad.
Como todos los días, ayer los habitantes de la zona de exclusión de 20 kilómetros alrededor del cráter del volcán, decretada por las autoridades tras la primera erupción hace más de una semana y que sigue vigente, pudieron ingresar en la mañana unas horas para continuar con las tareas de limpieza.
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