Tras seis semanas de fuertes debates, incluyendo peleas internas y negociaciones de última hora para mantener vivo el proyecto, el Senado estadounidense aprobó el miércoles por 60 votos a favor y 38 en contra la legislación que otorga a Obama facultad de negociar por la “vía rápida” acuerdos comerciales y enviarlos al Congreso para su ratificación.
La legislación fue enviada al presidente para su firma.
La medida, conocida como “fast-track”, podría acelerar el Acuerdo de Asociación Trans-Pacífico, de 12 naciones y herramienta central de la política exterior de Obama en Asia, mientras que también fortalecería las esperanzas de que se concrete un ambicioso acuerdo comercial con la Unión Europea.
Grupos laborales de Estados Unidos, que rechazan el fast-track, dijeron que redoblarán sus esfuerzos.
“Nos opondremos vigorosamente al TPP (siglas en inglés del Tratado Trans-Pacífico) si sigue su curso actual”, dijo el presidente del sindicato AFL-CIO Richard Trumke en una carta a los legisladores.
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