Interrogado desde el domingo por la policía antiterrorista a las afueras de París, adonde había sido trasladado desde Lyon, el sospechoso aseguró a los investigadores que cometió el asesinato tras una discusión que había sostenido unos días antes con su jefe, según la emisora “France Info”.

Salhi, de 35 años y padre de tres hijos, confesó haber decapitado el pasado viernes a su patrón en la fábrica de paquetería en la que trabajaba desde hace varios meses y, luego, trató de hacer volar una planta de material químico en la localidad de Saint-Quentin-Fallavier, a pocos kilómetros de Lyon, tercera ciudad de Francia.