Venezuela intenta salir a flote con militares

AFP - el nuevo día
El Gobierno del país vecino pidió militarizar la distribución de alimentos.

AFP, CARACAS

El cierre de la cuenta que usa Venezuela en el banco estadounidense Citibank para sus pagos internacionales y de operaciones de varias multinacionales acentúan la crisis económica del país petrolero, cuyo Gobierno intenta salir a flote dándole más poder a los militares.

Citibank confirmó ayer en un comunicado su decisión de cerrar una cuenta de pago que usa el Banco Central de Venezuela, BCV, tras realizar una evaluación de “gestión de riesgo” en el país, lo que el presidente Nicolás Maduro calificó como un “bloqueo financiero”.

A través de Citibank, Venezuela paga en 24 horas todas las cuentas en Estados Unidos y en el mundo, advirtió Maduro, lo que pone al país en serios aprietos, pues debe buscar con urgencia otro banco corresponsal para evitar quedar al margen del sistema financiero internacional.

La decisión de Citibank se suma a la seguidilla de anuncios de cierres o recortes de operaciones de empresas en Venezuela, como Coca Cola, los grupos estadounidenses Kraft Heinz y Clorox, o las aerolíneas Lufthansa, Aeroméxico o American Airlines.

Empezando a cumplir su amenaza de intervenir las empresas que cesen operaciones, el Gobierno se hizo el lunes con el control -y la entregó a los trabajadores- de la planta de la empresa estadounidense de productos de higiene personal Kimberly-Clark, que suspendió operaciones argumentado “el deterioro” de la economía venezolana.

En contrapartida a la profundización de la crisis, Maduro anunció la noche del lunes un nuevo plan contra la escasez, denominado ‘Gran Misión de Abastecimiento’, al mando del ministro de Defensa, general Vladimir Padrino López, y en el que los ministros quedarán subordinados a los militares.

Puertos, aeropuertos y varias empresas amanecieron ayer con fuerte presencia de efectivos de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, que fueron desplegados para fiscalizar la distribución de alimentos y otros productos básicos en los estados de Vargas, Miranda, Falcón, Lara, Zulia y Anzoátegui.

“No me gusta la intervención militar” en asuntos civiles, pero “este es un asunto de seguridad y defensa de la nación”, declaró Padrino López. “Es un asunto de disciplina”, agregó.

Maduro argumenta que los militares pondrán orden, pues acusa a la empresa privada de controlar el 93 por ciento de la distribución de productos básicos y están “pulverizando” todo el sistema con el acaparamiento y la especulación.

REACCIONES

El aumento del poder militar en la política -comandan 10 de una treintena de ministerios- y en la economía desató fuertes críticas en sectores del país.

Amenaza “la tranquilidad y la paz”, consideró ayer la Conferencia Episcopal; en tanto que el presidente del Parlamento -de mayoría opositora-, Henry Ramos Allup, señaló se refuerza “la nefasta imagen del pretorianismo”.

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